Luarca, F. L. J.

El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Luarca, José Antonio Rodríguez Méndez, expresó ayer su conformidad con las palabras del director general de Pesca, Alberto Vizcaíno, al respecto de la necesidad de que las cofradías asturianas gestionen las instalaciones y servicios que tienen a su cargo con criterios basados en la eficiencia pero, más allá de eso, hizo ver que el principal problema que tienen las organizaciones pesqueras para subsistir no es otro que las «crecientes trabas» que ponen las diferentes administraciones a los pescadores para hacer su trabajo.

«Lo que verdaderamente es una amenaza de muerte para las cofradías pesqueras no son las subvenciones cada vez más menguadas que reciben o el modelo de gestión que aplican, sino las prohibiciones y limitaciones de pesca, como se demostró en la última costera de la xarda», expuso el responsable de la Cofradía «Nuestra Señora del Rosario», la más importante del Occidente por volumen de ventas.

El patrón mayor luarqués defiende el cobro de subvenciones por parte de las cofradías, toda vez que ese dinero sirve para poner en marcha cada año los planes de explotación de determinadas especies de alto valor comercial. Y como prueba de que la gestión es «más que eficiente», Rodríguez Méndez aseguró que son las propias cofradías las que adelantan muchas veces el dinero. «Las subvenciones llegan tarde, mal y a veces nunca. Sin ir más lejos, y a punto de acabar el mes de abril de 2013, aún estamos esperando cobrar la de 2012», señaló el patrón. En opinión de Méndez, «todas las cofradías tendrían futuro si no existieran tantas pegas para pescar, eso es lo que nos hunde y no cuántas subvenciones recibimos», indica.