La tarta encargada por la Guardia Civil para la fiesta de ayer en Oviedo tuvo que ser bien grande para soportar tantas velas. El cuartel del Rubín fue el escenario elegido por la Benemérita para celebrar el 169.º aniversario de la fundación del cuerpo, un cumpleaños con sabor especial al celebrarse poco después de que la institución apareciese en la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) como la más valorada entre los ciudadanos. «Hay que seguir perseverando con el esfuerzo diario para mantener el cariño y la confianza de los ciudadanos», recalcó el coronel jefe de la Guardia Civil en Asturias, Juan Bautista Martínez-Raposo, que fue el encargado de presidir un acto que también sirvió para rendir homenaje a los guardias que este año se han retirado o han pasado a la reserva y para condecorar a algunos efectivos en activo -también a tres civiles- por sus logros y su colaboración con el cuerpo.

El delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, fue una de las muchas autoridades -civiles y militares- que ayer asistieron al cumpleaños del Rubín. De Lorenzo no sólo resaltó la importancia de los resultados de la encuesta del CIS, también recordó que Asturias es la segunda comunidad española, tras Cantabria, con mejores índices de seguridad. «Las fuerzas y cuerpos de seguridad están haciendo una gran labor en la región», aseguró De Lorenzo, que felicitó «a todos los miembros» de la Guardia Civil y le deseó «larga vida al cuerpo porque España lo necesita». Por otra parte, Gabino de Lorenzo señaló que el clima de malestar social que afecta a Asturias y que se ve reflejado en distintas protestas y manifestaciones, en su opinión, una posición «derivada de la situación económica que padecen toda España y toda Europa», es «un motivo de preocupación que existe, pero que por el momento no pasa de ahí».

Martínez-Raposo ya lo había dicho durante la entrevista que le concedió recientemente a LA NUEVA ESPAÑA, pero ayer volvió a reiterar que la Guardia Civil cuenta en Asturias con suficientes efectivos como para cubrir las necesidades de la región, aunque no sobrarían unos cuantos más. «A todos nos gustaría contar con más medios, pero los que tenemos son bastantes para cumplir con nuestro trabajo», señaló el coronel, que, como suele hacer en todas sus intervenciones públicas, volvió a aprovechar el acto para recitar algunos de los artículos de la cartilla fundacional del cuerpo, un código moral que asegura llevar por bandera y trata de inculcar entre sus subordinados. «El honor es la principal divisa del guardia civil y debe, por lo tanto, conservarse sin manchas», recordó.

Uno de los momentos más emotivos del acto llegó cuando los guardias civiles que se retiran o pasan a la reserva participaron en la ceremonia de despedida de la bandera.