Oviedo, Eloy MÉNDEZ

El tiempo va de mal en peor. Asturias registró ayer otra jornada de intensas lluvias y bajas temperaturas debido a la borrasca situada sobre la región desde hace cuatro días, que se volvió a cebar con los concejos del área central y el Suroccidente. Las previsiones apuntan a una leve mejoría a partir de mañana, aunque las lloviznas intermitentes y los cielos encapotados proseguirán durante la primera mitad de la semana, para desesperación de hosteleros y establecimientos turísticos. La primavera, por el momento, sólo figura en el calendario.

Las precipitaciones, que el viernes colapsaron en forma de granizo el tráfico de Oviedo, volvieron a ocasionar importantes problemas de circulación en varias vías secundarias del área central, donde se formaron balsas de agua y se produjeron nuevos argayos, como el registrado en la AS-337, que comunica Sevares (Piloña) y Sellaño (Ponga). Además, los conductores tuvieron que transitar con extrema precaución por la autopista «Y» y por la autovía AS-II, que une la capital con Gijón.

Los principales problemas en el concejo más poblado de la región se concentraron en las parroquias rurales, donde varios caminos quedaron anegados durante horas por el desbordamiento de algunos ríos. En el centro urbano las lluvias estuvieron acompañadas por rachas de viento de cierta importancia, que vaciaron las calles, en una época propicia habitualmente para las terrazas. Muchos hosteleros se vieron incluso obligados a retirar las sillas y las mesas para evitar destrozos.

El descenso de las temperaturas, que no superaron los 12 grados en ningún punto de Asturias, propició fuertes nevadas en los pueblos de la Cordillera situados por encima de los 1.100 metros. La meteorología fue especialmente adversa en el Suroccidente, donde se registraron mínimas próximas a los cero grados en varios concejos durante la madrugada. Las temperaturas y las nubes darán un leve respiro hoy, aunque el sol será, una vez más, el gran ausente en este intempestivo mayo.