El pasaje del aeropuerto de Asturias abrió la temporada alta veraniega restando en julio cerca de 50.000 pasajeros respecto al mismo mes del año pasado y completando el descenso de clientela más pronunciado desde que el pasado marzo la oferta de destinos desde Santiago del Monte perdió los vuelos baratos a Madrid. La terminal asturiana ha dejado escapar, de julio a julio, de 2012 a 2013, a uno de cada tres pasajeros, cerró el primer mes de verano con menos usuarios desde 2004 y su caída relativa del 32,1 por ciento marca el declive más acentuado de la cornisa cantábrica. Los datos de uso del aeródromo el mes pasado, 103.736 viajeros en poco más de mil operaciones, profundizan en la cuesta abajo que el aeropuerto enfiló a partir de abril, coincidiendo con el fin de la temporada invernal en la aviación comercial y con la retirada de Ryanair, que hasta entonces operaba vuelos baratos desde Asturias a Madrid, Barcelona y Canarias.

Esos tres destinos concentraron las reticencias de los viajeros en julio. Madrid y Barcelona compartieron un retroceso del 42 por ciento que traducido a cifras absolutas son más de 22.000 pasajeros menos a Madrid que el año pasado, cuando Iberia competía aún con Ryanair, y 15.500 de merma en la ruta a Barcelona. También la crisis del consumo y el encogimiento del mercado turístico nacional han hecho su trabajo, con una caída del 46 por ciento de los pasajeros de julio a Tenerife, otro de los destinos afectados por el abandono de la aerolínea irlandesa de bajo coste. Ryanair dejó de volar desde Asturias en abril al percibir el desinterés del Principado por suscribir un convenio turístico con la compañía, según afirmaron en su día fuentes de la empresa. El monopolio de Iberia en la ruta más demandada, la de Madrid, encadenó un repunte de las tarifas con un descenso de la clientela y sus secuelas se aprecian desde entonces en el recuento de usuarios del aeropuerto. El panorama debería cambiar a partir de noviembre, con la campaña aeroportuaria invernal, cuando Air Europa recuperará la competencia para Iberia en la ruta a Madrid además de cubrir la retirada de Air Berlín en el trayecto a Palma de Mallorca.

Mientras tanto, el impacto del desgaste de la oferta es persistente y ascendente, visible mes a mes en el número de usuarios de la infraestructura. De hecho, el aeropuerto de Asturias registró menos viajeros a Madrid y Barcelona en julio que en marzo y la cifra global de clientes acaba de devolver al aeródromo a las cifras en las que se movía hace una década.

La «sangría» de pasajeros no ha dejado de extender la brecha desde la pasada primavera y el resultado de la instalación pasó de tres meses consecutivos de subidas a una caída progresivamente más voluminosa que fue del 24 por ciento en abril, del 29,3 en mayo, del 31 por ciento en junio y del 32,1 en julio.