Un estudio científico británico cuestiona la teoría acuñada por expertos en España de que los neandertales -consumidores de carne- también comían vegetales y hasta conocían las cualidades medicinales de algunas plantas.

El diario "The Guardian" recoge una investigación de Chris Stringer y Laura Buck, del Museo de Historia Natural de Londres, que ofrece explicaciones alternativas a las de los científicos españoles sobre el hallazgo de restos de plantas en la dentadura de fósiles neandertales de la cueva de El Sidrón (Piloña).

En julio de 2012, científicos del equipo de Antonio Rosas, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad británica de York demostraron que los neandertales de El Sidrón tenían en su dieta un componente vegetal "nada desdeñable" y constataron que, además, conocían las cualidades curativas y nutricionales de algunas plantas, como la camomila. Así y todo mostraron extrañeza de que hubieran consumido algunas que tenían gusto amargo y poco valor nutricional.

Los investigadores sacaron estas conclusiones a partir del análisis del cálculo dental -sarro- de cinco individuos adultos de esta especie y uno joven hallados en el yacimiento de El Sidrón, en el que se han exhumado en la última década los fósiles de trece individuos, lo que constituye la mejor colección de neandertales de la Península Ibérica.

Hasta ahora se había pensado que esta especie, hoy extinguida, que vivió en la zona del Sueve hace 49.000 años, era predominantemente carnívora, pero cada vez más estudios indican que también comían vegetales, sobre todo en latitudes más al sur. Sin embargo, el estudio británico presentado ahora por "The Guardian" y publicado en "Quaternary Science Reviews" sostiene que la presencia de trazos de plantas en el sarro de esos individuos puede deberse simplemente a que estaban presentes en el estómago de los herbívoros que comían, como bisontes o ciervos.

Señalan que muchos pueblos cazadores, incluso en la actualidad, comen "el contenido del estómago de animales como los ciervos porque son una buena fuente de vitamina C y otros elementos" y se considera muy nutritivo. Estos estómagos de herbívoros están llenos de fragmentos de plantas que, al ser masticados, pueden quedar incrustados en los dientes, lo que podría haber sucedido en el caso de los neandertales de El Sidrón, según el estudio.

"Es un error pensar que por encontrar fragmentos de plantas en dientes, están llegaron allí porque los neandertales los habrían consumido como parte de una dieta cuidadosamente elaborada o porque se dieron cuenta de que ciertas plantas tenían propiedades medicinales", comentaron los investigadores.