Javier Fernández está abocado y dispuesto a gobernar Asturias sin apoyos estables, tras consumarse la ruptura del acuerdo de legislatura que mantenía con UPyD y abrirse también un ancho socavón en la ayuda habitual que obtenía de parte de IU. "No voy a tirar la toalla", aseguró ayer con firmeza el presidente regional a LA NUEVA ESPAÑA. "Ni tan siquiera dejaré de presentar los Presupuestos. Lo haré y que cada cual decida", añadió albergando aún la posibilidad de que los casi dos meses que restan hasta que el Parlamento tome la última decisión sirvan para devolver las aguas a su cauce. La caja de los truenos la destapó la negativa socialista a reformar la ley Electoral asturiana con sólo el refrendo de 23 diputados, sin contar, a su juicio, con una mayoría amplia, como reflejaba el texto de la alianza entre las dos partes. Para UPyD era suficiente la mayoría absoluta. A IU lo que la irrita es que el PSOE firmase esa propuesta de ley para el cambio de normas en las elecciones, apareciese como proponente, y después se bajase del tren a última hora, cuando tocó votar la toma en consideración.

Rosa Díez, líder del partido magenta, la misma persona que en mayo de 2012 viajó a Oviedo para firmar el pacto que ponía a Javier Fernández al frente del Principado, fue la encargada de darlo por finiquitado. "A partir de hoy, el Gobierno de Asturias se queda en minoría. El PSOE ha roto nuestro pacto de forma vergonzante y escandalosa", dijo ayer en Madrid, durante el segundo congreso nacional de su formación. Con el anuncio del divorcio, la política vizcaína se llevó la ovación del día. Casi un minuto. "No nos podemos fiar de quien no cumple, de un presidente (por Javier Fernández) que en el debate de la región dijo que nunca le gustó ese pacto pero que tenía que firmarlo. Nosotros hicimos un acuerdo por la política, no por el poder", remató Rosa Díez durante su jaleada intervención, que también aprovechó para desgranar los logros de su partido y ofrecer su liderazgo al escrutinio de la formación magenta.

Lejos de Madrid, en Asturias, Manuel González Orviz, coordinador de IU, aprovechó lo agitado del día para advertir que ellos no están mucho mejor que UPyD en cuanto a la relación con el Gobierno socialista del Principado. "Han dinamitado la entente endeble que teníamos. Será difícil que aprobemos, no solo el Presupuesto, sino otras cosas. Por cierto, que no conocemos las líneas presupuestarias, no sabemos si otras fuerzas las tienen". Nada tiene IU que romper con el Gobierno porque, como subraya Orviz, "no teníamos ningún acuerdo, salvo la investidura y el Presupuesto, así que seguiremos exigiendo su ejecución". En realidad, IU y el PSOE llegaron a tener un texto común redactado, en términos idénticos al que sí aceptó UPyD. En este caso era para entrar en el Gobierno, pero la coalición no llegó a firmarlo porque sus bases lo rechazaron en referéndum.

El Ejecutivo descarta elecciones aunque no pueda aprobar el Presupuesto

En todo caso, el malestar de la coalición es mayúsculo. "Ya no vale con tener su firma al pie de un documento porque elude el compromiso mediante ardides de letra pequeña. Se ha quebrado la confianza y no lo van a tener fácil. Nos costará creer que lo que nos dicen es lo que piensan. Han perdido la confianza de la bancada de la izquierda", advirtió Manuel Orviz.

La ruptura de UPyD y el alejamiento de IU en absoluto frenan la hoja de ruta del Gobierno del Principado. La Consejería de Hacienda continúa preparando el anteproyecto de Presupuestos y en el Ejecutivo trabajan con todos los escenarios posibles, aunque con el objetivo de tener nuevas cuentas en 2014 y no que sean las actuales prorrogadas. Incluso en ese caso, Javier Fernández ha manifestado a su equipo la voluntad de seguir gobernando camino de las elecciones de la primavera de 2014, aunque lo haría con menos posibilidades de manejar recursos y muy limitado a la hora de invertir. Está absolutamente descartada la convocatoria de comicios por anticipado, a pesar de que el revuelo de estos días vaticina meses complicados para el Ejecutivo, ante la ajustada aritmética parlamentaria y con sus apoyos ciertamente debilitados o directamente negados.

Ya en el último debate de orientación política, Javier Fernández, preguntado por Francisco Álvarez-Cascos, admitió estar preparado para navegar en clima tormentoso. "Lucharé por tener un Presupuesto; y si no lo tengo, seguiré luchando por Asturias desde donde estoy".

La otra acusación que ha tenido que manejar el socialismo a cuenta de la ley Electoral es la de su acercamiento a la derecha. Foro y PP nunca comulgaron con los derroteros que tomaba la propuesta de cambio y se limitaron a observar cómo sus tres rivales se desgastaban para, finalmente, ver que el voto socialista era el mismo que el suyo.