Los persistentes recortes en las ayudas que recibe la Universidad de Oviedo golpean con dureza a la investigación y a la innovación asturianas. Los gastos en esta materia retrocedieron un 10,2 en 2012 con respecto al ejercicio anterior, casi el doble que la media nacional, con una caída del 5,6 por ciento. El mayor descenso correspondió a la institución académica, que destinó 65,5 millones de euros a estas labores, frente a los 86,9 de 2011. Por su parte, las administraciones públicas pasaron de 32,6 a 28,6 millones, mientras que la empresa privada protagonizó el contrapunto positivo, con una pequeña mejora, de 98,4 a 101,6 millones. El cómputo total a nivel autonómico alcanzó los 195,89 millones, el 1,5 por ciento del conjunto español, que fue de 13.391,6 millones. La región es incapaz de abandonar el furgón de cola en inversión en I+D+i.

Estos datos, publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), evidencian el deterioro de las labores innovadoras e investigadoras en Asturias debido a la prolongada crisis, mucho mayor que en otras regiones del entorno. Un retroceso imparable durante el último lustro, después de los avances conseguidos a principios de siglo. De hecho, el Principado fue, en 2012, la sexta comunidad autónoma donde más descendió el gasto en I+D, sólo superada por La Rioja (con una bajada del 15,3 por ciento), Canarias (13 por ciento), Castilla-La Mancha (11,1 por ciento), Cantabria (11 por ciento) y Extremadura (10,7 por ciento). Además, el personal dedicado a estos sectores se contrajo también de manera considerable, un 6,9 por ciento, muy por encima del 2,9 por ciento a nivel nacional, y tan sólo por detrás de Navarra (7,6 por ciento) y Galicia (6,3 por ciento).

De todas formas, la reducción del gasto investigador en Asturias está en la línea de casi todas las regiones españolas. Según el INE, las autonomías que realizaron un menor esfuerzo inversor durante el pasado año fueron las islas Baleares, donde tan sólo se destinó un 0,34 por ciento del PIB; Canarias, con un 0,51 por ciento, y Castilla-La Mancha, con un 0,64 por ciento. En el lado opuesto, País Vasco, con un 2,19 por ciento; Navarra, con un 1,91 por ciento, y Madrid, con un 1,82 por ciento, presentaron los mejores comportamientos. El Principado se quedó en un 0,9 por ciento, justo la mitad de las aspiraciones del Ejecutivo de Javier Fernández para el próximo lustro. En España fue del 1,3 por ciento.

Los datos nacionales arrojan resultados negativos para todos los actores principales. Las empresas encabezan al gasto en I+D, con un 53 por ciento, frente a las universidades, con un 27,7 por ciento, y las administraciones públicas, con 19,1 por ciento (el 0,2 por ciento restante corresponde a las instituciones privadas sin fines de lucro). El descenso del gasto en el sector privado con respecto a 2011 fue del 4,1 por ciento, en la educación superior se contrajo un 7,2 y en los distintos escalones de los organismos del Estado, de un 7,4 por ciento. Números que reflejan los duros momentos que atraviesan investigación e innovación por culpa del largo período de ajustes.