El medio millar de estudiantes obligados a devolver el importe de sus becas no contará con fondos del Principado. "Asturias no puede compensar los recortes en el sistema de ayudas y en la investigación a nivel nacional", advirtió ayer la directora general de Universidades, Miriam Cueto, durante la celebración de la festividad de San Alberto Magno, patrón de las ciencias naturales. "No podemos asumir errores de otros", añadió, tras destacar que "el "plan Bolonia" se ha adaptado con mayor éxito del que muchos preveían" y censurar la escasa colaboración entre los ámbitos académico y empresarial. El rector, Vicente Gotor, aprovechó la ocasión para reclamar un "incremento" de la aportación regional al presupuesto académico y anunciar la creación de un grado bilingüe (español-inglés) en Química el próximo curso. Por su parte, Tomás Emilio Díaz, decano de Biología y anfitrión del acto, cargó contra la conversión en optativa de la asignatura de Matemáticas Aplicadas en el Bachillerato de Ciencias Sociales.

"El ministro de Educación (José Ignacio Wert) no puede crear problemas para que luego los tengamos que resolver las autonomías. Eso sería muy cómodo", señaló Cueto en uno de sus discursos con mayor contenido político, sin rehuir ningún asunto polémico. "Lo que sí podemos hacer y vamos a hacer es mantener nuestros programas de ayudas", prosiguió, tras desvelar que el Principado aprobará su aportación económica para los "erasmus" con menos recursos la próxima semana y mostrar su satisfacción por la última convocatoria de becas predoctorales "Severo Ochoa". "Dentro de poco, confío en sacar también las posdoctorales", aseveró.

La directora general censuró sin tapujos las líneas trazadas por el Ministerio para acometer una amplia reforma de la educación superior, ante los decanos de Biología, Tomás Emilio Díaz; Ciencias, Norberto Corral; Geología, Lope Calleja; Química, José Manuel Colinas; y Medicina, Alfonso López Muñiz, además de numerosos directores de departamento y profesores. "Aún no nos han mandado ningún documento a las autonomías, pero estos cambios deben hacerse con consenso y preservando la igualdad de todos", señaló, en relación con la supresión de la selectividad en favor de la elección directa de alumnos por parte de los centros. "Aun así, no debemos caer en el desánimo, porque hemos conseguido también logros, como una adaptación más que aceptable al "plan Bolonia"", dijo.

En el plano científico, Cueto negó que el Principado vaya a privilegiar la financiación de la investigación aplicada en perjuicio de la básica. "Apostaremos por la segunda si vemos que tiene posibilidad de convertirse en producto, en patente, si va a dar resultados para la sociedad", sentenció, y, acto seguido, censuró la escasa colaboración de la Universidad con el sector privado. "Cada año quedan sin ejecutar fondos para fomentar este tipo de contactos. Sólo hay 20 proyectos en la última convocatoria, y eso es muy pobre", lamentó. "España está muy bien situada en producción científica, pero mal en transferencia de conocimiento", prosiguió, e hizo un llamamiento a las fuerzas parlamentarias para que el Ejecutivo autonómico no se vea obligado a prorrogar el actual presupuesto. "La ciencia y la Universidad, en general, lo necesitan", remató.

Gotor se sumó a la satisfacción por los resultados obtenidos con el "plan Bolonia", tras la finalización, el pasado curso, de los doce primeros grados adaptados. "Todo es mejorable, pero las primeras evaluaciones indican mayores índices de éxito que en las licenciaturas", dijo, y se mantuvo fiel a su discurso de los últimos meses al señalar que la "Universidad se resiente por una financiación decreciente, por eso necesitamos más dinero". Además, insistió en su deseo de juntar "a corto plazo" todas las facultades con especialidades científicas en un solo centro.

Tampoco evitó ningún charco el decano de Biología, con un discurso muy elaborado, centrado en la vertiente docente. "El inicio del "plan Bolonia" ha representado un esfuerzo casi sobrehumano", señaló Díaz, tras destacar que se ejecutó "a coste cero o más bien negativo", por culpa de los recortes académicos de los últimos años. También destacó que las tasas de rendimiento (resultados) y éxito (aprobados por examen realizado) de los alumnos de especialidades científicas fue inferior a la media, "aunque muy por encima de los resultados que se daban en las antiguas licenciaturas". En cuanto al índice de abandono, descendió en estas carreras, al situarse en un 15,2. A continuación se opuso al futuro procedimiento de acreditación de titulaciones que prepara el Gobierno central.

Los mayores reproches del decano fueron para la nueva ley de educación, que incluirá Matemáticas Aplicadas como asignatura optativa en la rama de Ciencias Sociales y Humanidades del Bachillerato, al mismo nivel que el Latín. También afeó la reciente gestión del recorte fallido de becas "Erasmus" por parte de Wert, y lamentó que "una norma general conlleve injusticias particulares" en relación con la devolución del importe de las becas.