El mal tiempo ha llegado a Asturias para quedarse. Después de un inicio del otoño de lo más caluroso -con escasas precipitaciones y máximas que a finales de octubre llegaron a alcanzar los 25 grados en algunos puntos de la región- el frío, la lluvia y la nieve se han cogido de la mano y no tienen pensado separarse al menos en los próximos siete días, según los expertos. Tomando como referencia los registros meteorológicos de Oviedo, las temperaturas se han desplomado hasta en siete grados en tan solo cuatro días y han cogido por sorpresa a una región que este año ha disfrutado de uno de los veranos más largos de las últimas décadas.

Mientras hace poco más de una semana podía salirse a la calle en mangas de camisa, el Principado se encuentra hoy, al igual que ayer, en alerta naranja por nevadas. La cota de nieve bajó a última hora de ayer hasta los 600 metros y hoy, según la Agencia Estatal de Meteorología, se establecerá en los 700. Los termómetros llegaron a pararse ayer en los cero grados en el concejo de Degaña, la lluvia y el granizo estuvieron presentes en la práctica totalidad de la región y algunas embarcaciones, como ocurrió en el puerto de Llanes y en Gijón con las barcas más pequeñas, no pudieron salir a faenar por el temporal. El nivel del río Sella a su paso por Cangas de Onís superaba los cuatro metros y medio de altura alrededor de las cuatro de la tarde en lo que fue la primera "riadona" del año en ese cauce. Las fuertes lluvias también provocaron algunas retenciones del tráfico a la entrada de Oviedo a primeras horas de la mañana. Las precipitaciones y el viento, por ejemplo, impidieron que el mercado semanal de Llanes se celebrase con normalidad, ya que no pudieron instalarse los puestos en la zona de las Barqueras ni en la calle Marqués de Canillejas.

"Está claro que el tiempo ha sufrido un cambio brusco en cuestión de días. El otoño es una estación en la que es habitual la meteorología cambiante, pero hasta ahora había sido más cálido de lo habitual", asegura Manuel Mora, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología en Asturias. "Los cielos muy nubosos y las precipitaciones van a continuar hasta por lo menos el fin de semana, al igual que la sensación de frío. Las previsiones para la próxima semana nos dicen que las temperaturas máximas no van a superar los diez grados en las zonas del interior y los doce en la costa", subraya Mora.

El cambio brusco de temperaturas, no obstante, no ha sido mal recibido en las estaciones de esquí de Fuentes de Invierno y Pajares que ayer comenzaron a acumular nieve para la temporada que está a punto de comenzar. El temporal en la mar empeorará a última hora de la tarde de hoy.