Costes y tarifas. La North National Express (NTE) es una autopista que conecta Dallas con Fort Worth, tiene una longitud de 21,4 kilómetros y se ubica dentro de uno de los corredores con mayores niveles de tráfico de todo Estados Unidos. La vía, que fue inaugurada el pasado mes de octubre, supuso una inversión de 2.000 millones de euros y la concesión es por 52 años. El precio medio del peaje de noche o fin de semana es de 90 centavos de dólar (0,85 euros) y sube a 3,90 dólares en las horas punta de las mañanas y de las tardes.

La mayor parte de las nueve autopistas españolas de peaje que están en situación de quiebra se construyeron en paralelo a otras vías gratuitas, con el objetivo de que triunfasen como trazados alternativos, cómodos y descongestionados. El resultado final, animado por la crisis y por cálculos de tráfico desproporcionados, difícilmente podría ser más desalentador. Las concesionarias, en las que están presentes las mismas constructoras que se hicieron cargo de la ejecución de las carreteras, acumulan mastodónticas pérdidas y amenazan con dejar un boquete de 4.500 millones de euros en las cuentas del Estado por responsabilidad patrimonial.

La constructora Ferrovial, que es accionista de referencia de dos de estas autopistas quebradas, acaba de estrenar en Estados Unidos un novedoso sistema con el que trata de garantizar la rentabilidad de vías de pago que entren en competencia directa con alternativas gratuitas. En este caso, se trata de una autopista de peaje dentro de otra de paso libre que va adaptando en tiempo real sus precios a los niveles de tráfico y a la fluidez de la circulación. Es barata cuando hay pocos coches y se encarece a medida que se van saturando los carriles de uso gratuito.

El novedoso sistema de peaje se ha implantado en la texana North Tarrant Express (NTE), una autopista inaugurada en octubre de 2014 dentro de uno de los corredores más saturadas de EE UU. La intensidad de tráfico es mayor, por ejemplo, que la entrada a Madrid por la carretera de La Coruña, acceso habitual a la capital de los conductores asturianos, que llega a superar los 160.000 tránsitos diarios.

Lograr fluidez en la circulación y unos niveles de tráfico que permitan hacer rentable la inversión es el objetivo del modelo de peaje de la NTE, preparado para cambiar de precio cada cinco minutos en función de la demanda. Los usuarios pueden elegir entre circular por los carriles gratuitos o hacerlo por los de peaje, que garantizan una velocidad mínima de 80 kilómetros por hora. La autopista cuenta con una serie de sensores que transmiten a un centro de control datos sobre el nivel de tráfico, la meteorología o posibles accidentes que sirven de base para ir ajustando el precio. Sin embargo, en estos primeros días de funcionamiento del sistema, la concesionaria ha optado por no introducir variaciones bruscas ni muy numerosas en el peaje para ir habituando poco a poco a los conductores.

La NTE no tiene barreras, con el objetivo de facilitar que los usuarios puedan pasar con facilidad de los carriles gratuitos a los de pago. El control se hace mediante el registro de la matrícula y los cobros a través de plataformas especializadas o con facturas a domicilio. Lo que se ha comprobado hasta el momento es que los conductores usan más los viales de peaje por cuestiones de seguridad o de comodidad que por la formación de grandes atascos, algo que permite que su uso no se limite de forma exclusiva a las horas punta. Por cierto, hay descuentos de hasta el 50% para aquellos vehículos que circulen con dos o más ocupantes.