M.ª Dolores Velasco Díaz. Cabañaquinta

Como vecina indignada por la situación que se está viviendo en el concejo de Aller por la lamentable situación de la línea de tren Ablaña-Collanzo, me he decidido a denunciarla mediante este medio.

Soy consciente de que cada vez somos menos los usuarios que utilizamos el transporte público, pero soy igualmente una firme defensora de los servicios públicos, y más de uno como éste, que presta un gran servicio a un concejo que está malísimamente comunicado.

He recogido más de novecientas firmas entre los alleranos para entregárselas a nuestro alcalde y pedir que luche para que esta situación cambie.

En Aller, el tener que viajar en tren se puede convertir en una pesadilla y los que lo hacemos es porque no tenemos a nuestra disposición otro medio de transporte con el que poder movernos de un lugar a otro, es decir, yo pido un ferrocarril que siempre funcione y que lo haga siempre correctamente.

En los últimos meses, la mayoría de los días y sin ninguna explicación, nos derivan a coger un autobús, que, además del consiguiente retraso que acarrea para nosotros y nosotras, la mayoría de las veces no hay ningún jefe de estación o cualquier otro operario que nos pueda indicar que debemos ir a coger el autobús, ya que por la razón que sea el tren no va a poder desplazarnos a nuestro destino, por lo cual olvídate de enterarte que tienes que ir a coger el autobús.

No sólo éste es el problema, sino que la mayoría de las veces no viaja ningún revisor dentro del tren y los usuarios nos encontramos desprotegidos ante cualquier adversidad que nos pueda surgir durante el trayecto.

Todos los alleranos, incluida yo, queremos un ferrocarril que funcione y que no nos deje en tierra la gran parte de las ocasiones, ya que pagamos un billete y cada vez nos recortan más para, según ellos, poder prestar los servicios públicos de manera correcta y los usuarios no vemos que eso se cumpla.