La diferencia entre los precios de salida de las viviendas de segunda mano en España y lo que los demandantes están dispuestos a pagar por ellas se redujo un 7,8% durante 2015, hasta los 25.650 euros. Sin embargo, Asturias es una de las regiones donde ese desajuste es mayor, con un 37% de diferencia entre el precio de salida y el que ofrecen los compradores.