El "trabajador pobre" se está convirtiendo en una figura casi habitual en el mundo laboral y de los hogares asturianos y españoles. Se trata de aquellas personas que debido a la crisis se ven obligadas a aceptar cualquier trabajo en las condiciones que sea. La tercera parte de los trabajadores que han conseguido un trabajo precario y temporal están en riesgo de exclusión. La tasa se eleva al 37,5% si la sustentadora principal del hogar es una mujer.

Estos son los datos con los que trabaja Cáritas Asturias, que el próximo domingo, día 24, celebra la jornada "Por un empleo digno". El objetivo es "alzar la voz y poner sobre la mesa que promover y crear un entorno propicio al trabajo decente es esencial para enfrentrar los desafíos actuales de creciente injusticia social y desigualdad y de estructuras injustas que da lugar a formas de trabajo precario", explicaron el director de Cáritas Asturias, Ignacio Alonso; la responsable del programa de empleo e inserción socio-laboral de la entidad, Myriam Gozalo, y Sara García, coordinadora del proyecto textil "Cáritas Koopera-Astur".

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera "trabajadores pobres" a aquellos que ganan menos del 60% de la renta media. El informe "El estado de la pobreza. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España 2009-2013" concreta el umbral de pobreza en una renta familiar inferior a 8.114,2 euros.

En cualquier caso, la tasa de "trabajadores pobres" se ha incrementado en Asturias en los últimos años, pasando del 18% de los ocupados en el año 2000 al 22,2% en 2014. Esto sin contar que el 17% de las familias asturianas ya están en situación de exclusión.

"Hoy en día, las personas están dispuestas a hacer cualquier tipo de trabajo, independientemente de sus conocimientos y habilidades, sin salarios dignos, con jornadas más largas y sin cotizar", aseveró Myriam Gozalo. Situaciones que se producen por "la dureza de las situaciones personales que atraviesan".

También explicó que "el trabajo de exclusión, en el que se incluyen por ejemplo la venta ambulante, el empleo doméstico o los trabajadores jóvenes que no llegan al salario mínimo, supone el 40% de las personas en exclusión".

Según los datos de Cáritas Asturias, el 17,2% de las familias de la región ya están en situación de exclusión.

Los tres comparecientes coincidieron en que se mantiene igual de vigente su informe de 2014 en el que se advertía de que "el empleo ya no es la puerta de salida de la exclusión, aunque el desempleo continúa siendo una puerta de entrada".

Para luchar contra estas situaciones de pobreza y exclusión la entidad tiene su propio programa de "Empleo e Inserción Socio-laboral", al que la entidad destinó algo más del 9% de sus recursos y que el año pasado atendió a 1.289 personas, un 28% más que en el ejercicio anterior. Este incremento se debe fundamentalmente a que se consiguió un aumento de los recursos y de la dedicación de las personas, porque la demanda ya existía anteriormente. "Cuantos más recursos tengamos, más se podrá hacer", indicó Gozalo. Además, Cáritas participó en el Plan de Empleo del Ayuntamiento de Oviedo y el plan "Ocúpate" para jóvenes impulsado por el Principado de Asturias.

La labor de acompañamiento en la búsqueda de empleo dio apoyo a 1.178 personas y a 135 a través de la intermediación socio-laboral, que aumentó el 19%. En acciones formativas participaron 197 personas.

Pero Cáritas quiere ir más allá y ha hecho una apuesta real por la economía social, como "camino para la transformación social" e ir cambiando el presente y el futuro desde proyectos pequeños "que sitúan en el centro de sus objetivos a la persona".

Con este concepto puso en marcha la cooperativa "Cáritas Koopera-Astur", una empresa para el reciclaje y el tratamiento textil en la que ha creado 15 empleos, de los que 8 son de inserción, explicó la coordinadora del proyecto, Sara García. El año pasado recogieron 1.388 toneladas de ropa en 127 contenedores repartidos por toda la región.

Cáritas Asturias afronta con ilusión la jornada del domingo "Por un empleo digno", que es lo que defiende y persigue la organización frente al empleo de exclusión y la pobreza del trabajador.