Un "vía crucis" para el automovilista. La salida a Galicia por la Autovía del Cantábrico (A-8) se complica, debido a las obras de mejora del firme en Valdés, que están obligando a desviar el tráfico por la antigua N-632, y a los habituales cortes y restricciones de la circulación que se registran con cierta asiduidad a la altura de Mondoñedo y a los que el Ministerio, pese a los reiterados anuncios, no acaba de dar solución. A todo ello se le une el hecho de que el puente interprovincial de los Santos, sobre la ría del Eo, siga sin iluminación por la negativa de Fomento a hacerse cargo del gasto de las luminarias.

El primer "punto negro" que se encuentran los conductores que conducen hacia Galicia está en Cadavedo. La ejecución de unas obras de rehabilitación del firme, que se prolongarán hasta el 15 de junio, obligan a abandonar la autovía a la altura de esta localidad valdesana y a circular por la antigua N-632 el tramo de unos 5 kilómetros de longitud que llega hasta Querúas, también en Valdés, donde los vehículos pueden regresar a la Transcantábrica. Fomento ha advertido de que el corte de la vía de alta capacidad se repetirá en sentido al centro de la región una vez que concluya la primera fase de esta actuación.

Seguridad vial

Si el desplazamiento a Galicia se realiza de noche, el automovilista atravesará el puente de los Santos sin iluminación, consecuencia de la negativa de Fomento a asumir el consumo de las luminarias que están instaladas en el paso sobre la ría del Eo. El alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez, acaba de remitir un escrito al Defensor del Pueblo para informarle de una situación que, a su juicio, genera un grave problema para la seguridad vial.

Un poco más allá, en el alto del Fiouco, cerca de la lucense Mondoñedo, los problemas con la densa niebla provocan constantes cortes de tráfico en la A-8, lo que obliga a desviar la circulación por la carretera nacional en un tramo especialmente peligroso. Aunque la situación no conlleve el cierre de la vía, la densa niebla obliga muchos días a transitar por la zona a una velocidad muy baja por la escasa visibilidad. Fomento tiene convocado un concurso para acabar con este problema y algunas de las propuestas presentadas incluyen el uso de drones, rayos láser o ultrasonidos.