La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La medicina del saber escuchar

El programa "Reciella", un recurso de Proyecto Hombre, trabaja con menores y sus familias frente a las drogas y el riesgo de exclusión - Más del 80% de los jóvenes que recurren a la asociación consume cannabis - Ellos lo unen con cocaína y alcohol, y ellas con cocaína y sedantes

Juan Antonio Álvarez, Sonia Fernández, Luis Manuel Flórez, Arancha Fernández y Ana Ormazabal, en la sede de "Reciella", en Oviedo. MIKI LÓPEZ

Ana Ormazábal es profesora de música. En sus horas libres -no muchas- ejerce como voluntaria en un programa dirigido a adolescentes y jóvenes con consumos de drogas o en situaciones de riesgo, y a sus familias.

-¿Y qué música escuchan?

-Escuchamos poco. Aquí, la música se hace. Les encanta el rap, trabajamos el ritmo y la improvisación. Yo lo tengo fácil, todo el mundo siente la música, que es como un refugio.

En el Campo los Patos, al lado mismo de la antigua Fábrica de Armas, en Oviedo, abre "Reciella", una asociación dentro de la Fundación CESPA-Proyecto Hombre. El año pasado atendió a casi un centenar de adolescentes y a 146 personas en el llamado programa de familias. La filosofía es ésta: frente al determinismo del "este chaval se estrella" y del "no hay nada que hacer", sigue funcionando la fórmula de la palabra, el oído, el cariño y la cercanía.

Ana Ormazabal tiene en sus clases en "Reciella" a adolescentes entre 13 y 17 años, algunos con una historia académica cuando menos irregular. "Pero el día en que no puedo venir son ellos los que me dicen: Ana, cuándo podemos recuperar la clase".

Proyecto Hombre nació en Asturias en 1988, de la mano de Luis Manuel Flórez, Floro para todos los que le conocen. La heroína se llevaba entonces víctimas a diario. Hasta 1999 no se pasó a trabajar en la prevención. Con los años -recuerda Floro- se trató de focalizar parte de los esfuerzos en una población de jóvenes y menores, con realidades muy distintas a la población heroinómana de los 70 y 80. "Reciella" surge en 2004 de un acuerdo que se echa en falta hoy: una Consejería de Servicios Sociales que era fruto del pacto PSOE-IU, y un Ayuntamiento de Oviedo gobernado por el PP. La Administración local donó los locales.

Las drogas son el telón de fondo de muchas de las situaciones problemáticas, pero no son el factor imprescindible para participar en alguno de los programas de "Reciella". "Nos encontramos con menores que tienen distintas conductas de riesgo, sin que necesariamente haya una dependencia", aclaran los terapeutas Juan Antonio Álvarez, Sonia Fernández y Arancha Fernández, tres del equipo que recibe a diario a familias desorientadas y a menores "con la autoestima distorsionada, hartos de escuchar a los demás que son unos sinvergüenzas, unos drogadictos y unos vagos".

El 85% de los jóvenes que pasan por "Reciella" son varones. La media de edad de ellos y ellas se sitúa en algo más de 17 años. Casi tres de cada cuatro jóvenes está estudiando pero, de ellos, más del 58% solo tiene estudios primarios. Dato importante: la sustancia principal por la que acuden al "recurso Reciella" es el cannabis (lo consumen el 85% de los varones y más del 78% de las mujeres). "Una sustancia que forma parte de la vida diaria de muchos menores, aunque en muchos casos no se pueda hablar de adictos", señalan. "Tontear conlleva unos riesgos que no son solo dependencia, y que tiene que ver con multitud de problemas y conflictividad", explica Arancha Fernández.

El peligro son las drogas que ganan terreno sociológico, que se extienden, como está sucediendo con el cannabis. "Aumenta la normalización y, con ella, la banalización. Y baja la percepción del riesgo", explica Luis Manuel Flórez. Sirve el ejemplo del botellón.

En toda biografía juvenil hay factores de riesgo y factores de protección. Potenciar los segundos minimizan los primeros. "Somos acompañantes", dice Juan Antonio Álvarez. Adultos de referencia y facilitadores de cambio. "A veces nos encontramos con chicos que, después de nuestra intervención, quieren seguir viniendo más veces, y eso demuestra que se crea un vínculo". "Estamos aquí, y si en un momento dado el menor toma la iniciativa de volver jamás lo consideramos un fracaso; al contrario", afirma Arancha Fernández.

"El chaval necesita referencias y un acompañamiento de calidad. Los datos hablan muy bien de este equipo", señala Floro, presidente de Proyecto Hombre.

Las relaciones familiares de los jóvenes que acuden a "Reciella" suelen ser problemáticas. "Nos encontramos con entornos familiares donde se presta poca atención, con estrategias fallidas de relación familiar y con problemas que se vienen gestando desde hace años". El 50% de los jóvenes adscritos al programa son de Oviedo. "Hay que acercar este recurso a Gijón y Avilés porque no todas las familias tienen fácil acercarse hasta aquí". Quienes lo hagan saben que "en dos o tres días les damos cita".

Compartir el artículo

stats