La Audiencia Provincial de Oviedo ha condenado a cuatro miembros de un grupo criminal organizado a un total de 23 años de prisión por tráfico de drogas y su venta en varias localidades asturianas, principalmente del concejo de San Martín del Rey Aurelio. Su detención fue fruto de una larga investigación, que incluyó seguimientos y escuchas telefónicas, y que posibilitó la intervención en Madrid de un vehículo con el que uno de los miembros de la red había ido a buscar drogas a Holanda, tras las negociaciones realizadas por el jefe de la organización.

Los cuatro condenados, de nacionalidades marroquí y turca y de edades comprendidas entre los 26 y los 41 años, "formaban parte integrante de un grupo dedicado a la consecución de sustancias estupefacientes, tanto heroína como hachís, para su posterior distribución", se asegura en la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial.

En el fallo se relata que el cabecilla, I. Y., vecino de Madrid, era el que tomaba las decisiones sobre la adquisición, transporte y distribución de las drogas. Su "mano derecha" era M. A., también de Madrid, que recibía las órdenes directas del jefe.

Otro de los acusados, M. E. H. vecino de Torrejón de Ardoz, mantenía relación directa con el cabecilla y se encargaba de la distribución de las drogas, y por último O. E. H, vecino de Langreo, donde trabajaba como taxista y que, según el tribunal, distribuía las sustancias en la zona.

Las investigaciones las inició la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Oviedo, que constató que I. Y. realizó negociaciones en Holanda para adquirir heroína. El 25 de febrero de 2015, M. A., siguiendo sus instrucciones, se desplazó en un Volvo propiedad del jefe de la organización hasta dicho país para recoger y traer a España la droga.

La Policía lo interceptó el 8 de marzo en Madrid, cerca de la Plaza Castilla, cuando ya regresaba con el cargamento de estupefacientes. En el registro practicado en aquel momento, los agentes encontraron oculto dentro del vehículo un habitáculo tras los asientos traseros en los que ocultaba 22 paquetes precintados 10.980 gramos de heroína, con una riqueza del 60,5% y cuyo valor en el mercado ascendería a casi 3 millones de euros.

Posteriormente, el 10 de marzo, se registró el domicilio de O. E. H, en Blimea, Langreo, donde la Policía halló drogas, 32 billetes de 50 euros y dos tarjetas SIM. Las sustancias encontradas, y destinadas a la venta, habrían alcanzado en el mercado un valor de casi 909 euros.