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La "operación Hulla"

"Villa es un corrupto sectario y avaro, hábil para engañar a todos"

El histórico militante socialista Avelino Pérez repasa 40 años de relación con el sindicalista que dominó el PSOE asturiano

Avelino Pérez, ayer, en Riaño. FERNANDO GEIJO

Avelino Pérez, secretario general de UGT Asturias desde 1977 a 1979, exdiputado nacional y exdiputado regional, recuerda como si fuera hoy un encontronazo con el que fuera hombre fuerte del socialismo asturiano, José Ángel Fernández Villa.

El bigote recortado. Sama, en los albores de la transición. "Yo hacía poco que había regresado de Francia. Fue en la agrupación local de UGT, Villa llegó con todos sus acólitos de Tuilla y comenzó a criticar al secretario general, que era Emilio Barbón. Le llamó abogado de caleya. Imagínese, ¡a Barbón! Y a mí me tocó también, me llamó "socialburgués". Es que de aquella Fernández Villa iba a marxista leninista. Me acuerdo que Emilio Barbón le contestó: "José Ángel, el día que cuadres un poco ese bigote, serás como el Fürher".

Pinchando en la sombra. No es de extrañar que cuando el picador Avelino Pérez fue elegido secretario general de una UGT ya legalizada, en febrero de 1977, contó con la colaboración de todo el sindicato menos con la del Soma. "Mi mejor apoyo fue el Metal y desde el primer minuto Villa fue a por mí". El Soma dejó de pagar las cotizaciones, sin olvidar las intoxicaciones.

"Un día había venido de una reunión en Degaña. Llegué tarde a casa y me acosté. Hacia las once de la noche recibo una llamada del propio Nicolás Redondo, secretario general. Y me dice: "Avelino, qué estáis haciendo por Asturias; dejad de hacer el pijo de una vez". A mí aquello me pareció tan mal, sobre todo que me lo dijera alguien con quien había compartido cárcel, que le colgué el teléfono".

Arriba, la Falange. Villa y Avelino Pérez se conocían de las Cuencas. "En Tuilla la familia tenía el bar Hermógenes, que era el nombre del padre. Era un local de apenas 40 metros cuadrados, una cosa muy modesta. En el primer piso, la sede de Falange Española. Cuando Fernández Villa presentó su solicitud para entrar en el PSOE, un tío de mi mujer me llamó y me dijo: pero, a quién vais a meter ahí... Mucho cuidado con Villa. Y me contó la historia de que el padre y un hermano habían entrado en casa de los padres de este tío político mío y habían detenido a su madre y a una de sus hermanas. Era al principio de los años cuarenta. Recuerdo que una serie de históricos, entre los que se encontraban Marcelo y Arcadio García, mandamos una carta a Barrionuevo alertando del perfil del solicitante. Y ni caso".

Con Lito vas jodido. Avelino Pérez fue secretario general de UGT Asturias desde febrero de 1977 a noviembre de 1979. "Siempre estuve en el punto de mira de Fernández Villa. "Al final convoqué un congreso extraordinario y dije: me marcho porque yo estorbo aquí. Pero trabajé mucho para que Manuel Fernández "Lito" me sustituyera. Y así fue. Villa aceptó a Lito porque pensaba que iba a ser más vulnerable que yo, pero se equivocó de plano. Cuando acabó el congreso me acerqué a él y le dije: "tas jodido, amigo, porque con este tampoco vas a poder". Y es verdad, no pudo, nunca conectó porque Lito era un tío con personalidad. A partir de ahí los esfuerzos de poder de Fernández Villa se dirigieron al partido. Lo primero que hizo fue cargarse a Rafael Fernández, y así, un paso tras otro, hasta acabar siendo el puto amo del PSOE".

Bernardo, ni hablar. De Villa se dice que puso y quitó presidentes regionales. "Pedro de Silva es una excelente persona. En la segunda legislatura yo creo que estaba cansado de tanto acoso e imposición. Villa mandaba mucho más que él y Silva se fue por puro cansancio. Con su sustituto, Juan Luis Rodríguez-Vigil y tras el 'Petromocho', fuimos muchos los que dijimos que se tenían que cumplir las normas internas de la Junta General, que decían que si el presidente dimitía debía ser sustituido por el vicepresidente hasta el final de la legislatura. Y el vicepresidente era Bernardo Fernández, que no era amigo de Villa precisamente. Claro, Bernardo es honesto y transparente.Villa no lo podía ni ver. Y Villa decidió que, contra todas las normas, el sustituto de Vigil iba a ser Trevín, una persona muy seria, por otra parte". A Avelino Pérez le dijeron que se fuera despidiendo de su carrera política.

El confidente. Cuando Gómez Fouz publicó "La brigadilla" con aquellas acusaciones contra Villa, hubo gente del partido que dijo: hay que salir al paso. Y yo contesté: que se defienda él, y si no, ahí tiene el juzgado. El caso es que Gómez Fouz tenía toda la documentación y sabía lo que decía. El comisario Claudio Ramos le colocó en Ensidesa. Villa no fue confidente, sino colaborador directísimo. Ramos tocaba muchos palos, a mí mismo me sugirió que le informara de actividades de comunistas, y le dije que yo no traicionaba a amigos, que no valía para eso. Claudio Ramos era un tipo hábil, con poder en la brigada político social y, además, con presupuesto. Conocí a gente de la CNT que estaba convencida de que Villa los había jodido y de qué forma".

Día 24 de febrero de 1981. Tras el intento de golpe de Estado del día anterior, los diputados rehenes salen a la calle. Era mediodía. Entre ellos Avelino Pérez. "Villa era ya miembro de la ejecutiva federal del partido. Se fue a Madrid y nos encontramos un grupo de asturianos en el café Gran Vía. yo iba con Pedro de Silva y Pedro al ver que Villa y yo ni nos saludamos, me preguntó qué pasaba. "Si José Ángel es un gran amigo mío", me dijo. "Pues me parece muy bien, pero mío nunca lo será; y sé porqué lo digo", le contesté. Fernández Villa iba de sucesor directo de Llaneza. Entre él y Llaneza, nadie. Ni Belarmino, ni González Peña... nadie".

Una riada de horas sindicales. El primer convenio de Hunosa. Era el año 1977. En marzo hubo una reunión en un restaurante de La Providencia, en Gijón. Empresa y sindicatos mantuvieron la primera reunión para sacar adelante el primer convenio de Hunosa. "Desde UGT nos mandaron de Madrid tres asesores. Nada menos que José Manuel Kindelán, Javier Solana y Miguel Boyer. Gentre de carrera, que sabía mucho. La empresa ofreció 14.000 horas sindicales, que eran la de Dios, y yo le dije al presidente Felgueroso: "sospecho que nos estás comprando". Y me dijo: "si no las aceptas tú las aceptará otro. Y será el amo de Asturias". Y fue verdad. Unos 250 liberados con horas sindicales. Como me dijo uno una vez: "Con Joseángel gano más que picando y puedo estar en la cama toda la mañana. Y tú, Avelino, ¿qué ofreces?". Villa es un impostor, un sectario, un ególatra, un corrupto y además un avaro que nunca metió la mano en bolsu ni para pagar un vino, pero la culpa de todo esto la tienen también los que estuvieron a su lado, y callaron y consintieron. Supo bien lo que hacía porque el 70% de la militancia socialista al inicio de la transición estaba en las cuencas, y controló esa fuerza".

Hola y hola. "Desde que dejé la política en 1995 no tuve ningún contacto con Villa. Una vez nos cruzamos en la calle, y hola y hola. Yo tengo una forma de ser que hace imposible la convivencia con un personaje como él. Pero mire, le reconozco algo: la habilidad suficiente como para engañarnos a todos. Y siempre rodeado de gente pagada con bienes ajenos".

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