Deseo con estas líneas dirigir una protesta al Ayuntamiento de Oviedo, responsable del buen orden y urbanidad.

Hace días, Cogersa y diferentes ayuntamientos asturianos iniciaban una campaña de recogida de juguetes para los niños desfavorecidos en estas próximas Navidades. Con pulcritud y mimo me he esforzado en preparar varios juguetes en sus respectivos embalajes y llevarlos al punto limpio de Oviedo, en el polígono del Espíritu Santo. Siendo las 19.00 horas y con lluvia, justo a la entrada, un operario con chaleco reflectante me recibe y le indico mi propósito. Sin bajarme, acciono la apertura del maletero para que recoja diferentes paquetes de juguetes.

Cuál es mi sorpresa cuando observo que los bultos no los lleva al punto limpio, sino que se los lleva a una furgoneta. Con perplejidad me bajo y le pido explicaciones. Una acalorada discusión no sirvió para devolverme la ilusión envuelta en papel de regalo.

Un individuo caradura y con toda impunidad municipal se aprovecha de la buena fe de usuarios como yo que colaboran y reciclan.

Creo que desde la concejalía de Seguridad Ciudadana no se está controlando una especie de trapicheo en plena calle por parte de individuos que, a buen seguro, con nuestros impuestos están percibiendo ayudas sociales.

También expresé mis quejas al operario de Cogersa, quien ni siquiera me ofreció una hoja de reclamación, alegando falta de tiempo para saber si había.

Ojalá que nuevos usuarios opten por la precaución u otros destinos, ONG, colectivos desfavorecidos, etcétera, en tanto las autoridades no erradiquen estas vergonzosas prácticas.