La plaga de las ratas topo desespera a los ganaderos de Sariego, que están viendo que no se salva de sus daños ninguna finca. "No hay metro cuadrado que no tenga tierra", aseguraba ayer uno de los ganaderos, Jorge Villanueva, que se ha erigido en portavoz del sentir general de los sareganos. "Es un calvario", sentenció.

Y cargó contra la Consejería de Desarrollo Rural, que a su juicio "parece que no tiene ningún interés por intentar que no vaya a más". Los ganaderos de Sariego advierten de que aunque este problema es muy grave en su concejo, lo cierto es que las ratas topo se están extendiendo por toda Asturias, "y si no lo frenan va a ir a peor, va a convertirse en una plaga en todas partes".

Villanueva señaló que las ratas topo "las hubo toda la vida", pero siempre fueron un problema manejable. El problema empezó algo más de una década, cuando se empezaron a extender más de lo necesario, y se agudizó sobremanera hace unos cuatro años. Y con el paso de cada temporada el problema aumenta.

"Yo tengo varios silos para alimentar el ganado, que suman cerca de 200 toneladas entre maíz y magalla, y los están atacando las ratas, entran y los destrozan; y estamos hablando de entre 8.000 y 9.000 euros en comida.

Y después está el problema de los pastos. "Cuando vas a segar, se te llena todo de tierra, y tienes que poner cuchillas cada dos horas", señaló. Y una vez empacada la hierba, las ratas topo atacan también los fardos. Roen el embalaje y entran a comer la hierba, "y acaban con todo, cuando te das cuenta allí no hay nada que puedas aprovechar".

Los ganaderos creen que la Administración no está haciendo el esfuerzo suficiente para acabar con la plaga, y tampoco para indemnizar a los damnificados. El caso es que "cuanto más se tarde en actuar, va a ser peor, porque la plaga va a seguir extendiéndose y al final el coste para pararla va a crecer", sostuvo Villanueva.

Los ganaderos criticaron que la preocupación se centre en los plumeros de la Pampa, "que están en fincas expropiadas y sin uso", y que se deje de lado " a la gente que mantiene el campo".