"Siempre quise brindar como los de la tele". Y ayer la candasina Paula Riesgo lo hizo como afortunada de la lotería de Navidad. Eso sí, con sidra de Carreño en vez de con champán. "Estaba en la tienda y tenía puesta la tele de fondo. 'Otra vez que no nos toca', pensé. Y de repente veo en la pantalla mi número, el 61.207. Empecé a gritar y a gritar, que hasta los vecinos bajaron por miedo a que me hubiese pasado algo", cuenta celebrando el premio en la sidrería Casa Repinaldo. Riesgo, que es cuñada del propietario del restaurante, Ángel Repinaldo, ganó la lotería por los pelos: "Siempre lo dejo todo para última hora. Y el miércoles me dijo mi marido: 'Vete a comprar el número de Repi'. Lo hice el jueves a las diez menos cuarto de la mañana y, mira, nos tocó". Sus hijos Elías y Lucas Espinosa estaban aún más eufóricos que ella.

Inma Rodríguez fue otra de las agraciadas con un décimo. "Me llamó mi madre como una loca: 'Inma, que tocó el de Repi'. 'Que no, estás mal mamá', le respondí. No me lo creía, estoy apijotada todavía, siento una alegría muy fuerte", relata junto a su hija Paula Gutiérrez, que sonríe y abraza a su madre sin parar. "Todos los años me digo: 'Voy a ir a la peluquería por si me toca el Gordo'". Ayer no fue y se llevó un cuarto premio con la melena recogida en una cola. Como ella, en Candás nadie esperaba una ola de fortuna.