La basílica de San Juan el Real de Oviedo se llenó ayer por la tarde para despedir a Juan Ventura Victoria, catedrático de Organización de Empresas, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad asturiana, director de la Cátedra de Emprendimiento y, según quienes le acompañaron en su vida profesional, persona "clave" en el departamento de Administración de Empresas y Contabilidad, al que dedicó años de trabajo y esfuerzo.

"Se hace difícil encajar la muerte de Juan", afirmó el sacerdote durante la homilía, que calificó el fallecimiento del profesor Ventura como "un manotazo duro, un golpe que hiela el corazón de la familia y de quienes estamos cerca". También recordó dos afirmaciones realizadas por el catedrático en una entrevista. "La primera, que hay que emprender en la sostenibilidad de la economía y la segunda, que hay que avanzar en la conciliación porque hay mucho talento femenino a la espera de ser utilizado".

La familia estuvo acompañada durante el acto religioso por numerosos amigos y compañeros de Juan Ventura, aún sorprendidos por un fallecimiento tan inesperado y "tan difícil de asimilar", señalaban algunos. Sólo los más cercanos sabían que hacía poco más de un mes que le habían detectado un cáncer. Tenía 63 años y estaba casado con la también economista María Jesús García de la Fuente, con la que tenía dos hijas.

El rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, resumía lo que ha supuesto para la institución académica la pérdida de una de sus figuras más conocidas y destacadas. "Es un final de año duro para la Universidad. Se va a sentir mucho la ausencia de una persona querida y respetada como Juan Ventura, quien ha sido un ejemplo de trabajo, de implicación y de verdadero entusiasmo con el que contagiaba a cuantos le conocían. Con Juan se va un hombre bueno en todos los sentidos, a quien echaremos muchísimo de menos. Siempre colaborativo, responsable y generoso, fue la personificación de la bonhomía. Nos deja tristes y desconcertados con su muerte, tan prematura, pero debemos sacar fuerza, cogiendo su impulso como estímulo y ejemplo, para seguir aspirando a una universidad mejor que sirva para hacer una Asturias con un futuro también mejor, como él deseaba y como debemos hacer en su memoria".

Eduardo González Fidalgo, quien sustituyó a Juan Ventura en la dirección del departamento de Economía y Empresa y uno de sus discípulos -le dirigió su tesis doctoral-, se mostraba ayer visiblemente afectado por el fallecimiento de su amigo y compañero, con el que trabajó durante 22 años. "Era, sobre todo, una buena persona, muy familiar y amigo de todos", enfatizó. "Era muy alegre, con mucha vitalidad y ganas de hacer cosas, muy emprendedor, siempre dispuesto a iniciar proyectos de todo tipo y no sólo ponía muchísimo entusiasmo en todo lo que hacía, sino que lo contagiaba". En su opinión, "es una pérdida enorme para la Universidad, para la Facultad y para el departamento, como profesor, catedrático y compañero".

En términos similares se expresó el profesor Enrique Loredo, que conocía a Juan Ventura desde hacía un cuarto de siglo. "Era una persona muy vitalista, y siempre mostraba buen humor y daba gusto estar con él". Según explicó, después de dedicarle tantos años y tanto tiempo a la Universidad, tomó la decisión de "dejar la dirección del departamento y disfrutar más de la vida y tomársela de manera más relajada. Su muerte es prematura y es una gran pérdida para todos nosotros, porque con él se va una persona inteligente en el estricto sentido de la palabra. Es una pérdida enorme en todos los sentidos", lamentó.

Beatriz Junquera, catedrática de Organización de Empresas en la Universidad de Oviedo, tuvo a Ventura en el tribunal de su cátedra. "Recuerdo que tuvo palabras muy cariñosas sobre cómo había enfocado mi carrera profesional. El tenía una palabra concreta para cada persona, alejándose de lugares comunes, lo que indicaba la atención que prestaba y cómo valoraba el trabajo de los demás. Era una persona muy próxima, muy cercana y también muy directa". Ambos mantenían a veces conversaciones "sobre literatura, aconsejándonos libros alejados del ámbito de la Economía, y también sobre nuestras investigaciones, porque las realizábamos en diferentes ámbitos, pero intercambiábamos opiniones y contribuciones. Le vamos a echar mucho de menos", afirmó.