La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada llega a la UE a través de los estados miembro menos combativos contra este delito o que tienen los controles de frontera menos estrictos, según un informe realizado por las oenegés EJF, Oceana, Pew y WWF. Según este informe, aunque el reglamento contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada obliga a inspeccionar un porcentaje de contenedores, cada país establece sus propios procedimientos de control.

De acuerdo con el documento, España se sitúa como uno de los países comunitarios que más en serio se toma el reglamento ya que revisa no solo los contenedores que llegan, sino que antes de autorizar su importación exige que desde el origen le envíen el certificado de capturas. Esto no exime a los consumidores españoles de consumir pescado de origen dudoso, ya que según denuncia el estudio, este puede llegar a los mercados a través de otros países.