Roberto Flórez, el espía natural de Bayo (Grado), está en libertad, tras ser condenado a doce años de cárcel, una pena que el Supremo redujo a nueve, y de los que finalmente cumplió cinco, por llevarse información del CNI, que tenía guardada en un armario de su casa de Tenerife cuando fue detenido en 2007. En el juicio no pudo demostrarse que hubiese cobrado 200.000 euros de los rusos a cambio de información, pero eso es precisamente lo que le imputa la prensa británica, que le señala como la fuente que delató al espía ruso Sergei Skripal, envenenado junto a su hija con un agente nervioso, el Novichok, fabricado por sus compatriotas, un ataque que ha provocado una escalada de tensión entre los gobiernos occidentales y Rusia.

Pero este antiguo guardia civil, que terminó recalando en el CNI y que sirvió en lugares como Perú, ganando fama de competente, niega haber descubierto a Skripal, el topo que entregó a una veintena de espías del KGB.

En un medio nacional, Flórez ha asegurado que no es responsable "ni de la delación, ni de ninguna de las actividades ilegales" con las que se le vincula. Sostiene además que no tiene que ver con ninguno de los casos ocurridos en el Reino Unido. Y va más allá al asegurar que es "un chivo expiatorio" de los servicios secretos británicos.

Flórez asegura que nunca tuvo informe alguno del espía Skripal, por lo que malamente pudo facilitar datos a los rusos. Por otro lado, Skripal era suficientemente indiscreto con su nivel de vida para atraerse las sospechas de sus colegas rusos.

A Flórez también se le ha vinculado con Alexander Litvinenko, el espía que desertó después de difundir que le habían ordenado matar al magnate Berezovski y que terminó envenenado en Londres con polonio-210. Medio año antes de que le contaminasen, Litvinenko estuvo en Tenerife, lugar donde se retiró Flórez tras dejar el CNI y donde montó una academia. Pero el asturiano niega haberle conocido.

Fuentes cercanas al CNI también son escépticas sobre el tipo de información que pudo brindar a los rusos, en el supuesto de que lo hubiese hecho. La creencia es que solo facilitó datos de la estructura interna del CNI. Flórez, que ahora tiene una empresa de resolución de conflictos, asegura que demandará a los medios que le han señalado.