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Los Pou escalan una gran pared de caliza en Marruecos: "Es casi otro Urriellu"

Los alaveses, protagonistas de hazañas en el Picu, abren una vía de elevada dificultad en una cumbre de 2.800 metros en el Atlas

Eneko, a la izquierda, e Iker, durante la escalada al Taradrate. E. POU

Si hace unas semanas los hermanos Pou, Eneko e Iker, escalaban cascadas heladas en Noruega, ahora han abierto una vía de gran importancia en Marruecos. Los escaladores alaveses aseguran que han encontrado en la zona de Taghia, en el Atlas, una roca caliza "excepcional, prácticamente al mismo nivel que la del Picu Urriellu". Saben de lo que hablan, porque en la mítica cima asturiana han protagonizado varias hazañas, como la apertura, en 2009, de "Orbayu", la vía más difícil del mundo en escalada libre.

Los Pou resaltan que han sido "veinte días de esfuerzos", en los que han tenido que pelear "con un clima hostil" que les ha dejado continuas nevadas y que durante muchas jornadas no les permitió trabajar en la nueva ruta todo lo que les habría gustado.

El pueblo bereber de Taghia se encuentra a 2.000 metros de altitud, y hace de punto de partida para la pared de Taradrate, el "otro Urriellu", donde los Pou han establecido su nueva vía. La pared comienza a unos 2.400 metros de altitud, finaliza a 2.800 y está rodeada de espectaculares montañas de hasta 3.400 metros.

Además del mal tiempo, el apartado físico también ha jugado un papel importante, ya que con mochilas de más de 20 kilogramos, las casi tres horas que les llevaba llegar hasta la base de la pared se han hecho "muy duras" en los cuatro días efectivos que les costó realizar la apertura, más otro para retirar cuerdas fijas y otros materiales que tuvieron que utilizar durante la escalada. Para no tener que hacer este recorrido constantemente y paliar el desgaste físico, los Pou vivaquearon en varias ocasiones a pie de pared en una pequeña cue va , parapetados con sacos y esterillas.

Los Pou pretendían abrir una línea asequible a futuros escaladores: "Queríamos dejar una clásica que acabase siendo famosa por su calidad y que se repitiese mucho", señalaron. La nueva vía tiene una altura de 400 metros y una enorme dificultad, de octavo grado, con lo que probablemente no serán muchos los pretendientes a repetirla: "Encontramos paños muy verticales que nos acabaron dando secciones muy complicadas", aseguraron los alaveses.

La roca caliza en la que escalaron es a su juicio "excepcional, prácticamente al mismo nivel de calidad que la del Urriellu". Son palabras mayores, porque la del Picu está considerada como una de las mejores paredes de roca caliza del mundo. El Urriellu es, además, "la montaña más querida" de los hermanos vitorianos, pues la consideran su "segunda casa" y la visitan siempre que tienen oportunidad.

En Marruecos jugaban con ventaja, pues se enfrentaban a una escalada muy técnica sobre caliza y agarres diminutos, algo que dominan a la perfección y en lo que se sienten cómodos, gracias, entre otras cosas, a sus múltiples escaladas en el Urriellu. Aseguran que la apertura se realizó "de una manera intachable": desde abajo, escalando en libre, utilizando friends donde se podía asegurar con material flotante y emplazando parabolts -colgados de los ganchos- sólo en los lugares imprescindibles. Un estilo que requiere de mucha fuerza, tanto física como psicológica , ya que al no utilizar ningún tipo de trampa "se llevan el cuerpo y la mente a su máxima exigencia", afirman.

Homenaje póstumo

Quedaron finalmente diez largos, a cuarenta metros cada uno, con la posibilidad de escalar con una sola cuerda de ochenta. En muchos lugares, las caídas potenciales podían ser muy largas e incluso peligrosas. A pesar de todo, los Pou se valieron de su experiencia en este tipo de aperturas, con vías tan famosas por todo el mundo como la ya citada "Orbayu", en el Urriellu; "The Door", en Isla Baffin (Círculo Polar Ártico); "Azken Padizua", en la Antártida; "Two Parrots", en Siberia; "Zerain", en los Andes; "Yakumama", en el Amazonas, o "Aúpa 40", en la Patagonia, entre otras muchas. Han dejado así su impronta en el Atlas marroquí en forma de una apertura de muchísima calidad que, como homenaje póstumo a Borja Ayed, amigo madrileño fallecido este invierno en los Pirineos a causa de una avalancha, llamaran "Agur" (adiós en vasco).

Los Pou estarán de vuelta en Marruecos en otoño con la intención de encadenar la vía y seguir abriendo otra nueva línea espectacular que iniciaron por todo el centro de los desplomes de esta pared de Taradrate. El reto motiva a los dos hermanos, que ya piensan en su próxima aventura: la tercera etapa del proyecto "4 Elementos", el próximo mes de julio.

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