Trasona (Corvera),

Amaya P. GIÓN

La soldadura avilesina tiene nombre de mujer y el sector del metal, el de mayor peso en la comarca, no entiende de sexos. Así lo demuestran Silvia Vega, Gloria Magadán, Miriam Martínez, Sonia González, Verónica Muriel, Laura Sánchez, Verónica Alejo y Sara González. Ellas configuran, junto a cuatro hombres más, la sección de soldadura de la firma Alusín, con sede en Trasona (Corvera). Ellas serán las encargadas de acondicionar en los próximos meses una línea de electrolisis en la planta castrillonense de Asturiana de Zinc (Azsa). Este grupo de mujeres, todas ellas formadas en la Fundación Metal, demuestran que «ya no hay trabajos de hombres y de mujeres». «¿Por qué soy soldadora? ¿Y por qué no?», sostienen.

Las dos primeras soldadoras que se incorporarán a los trabajos en Azsa son la candasina Sara González, de 24 años, y Laura Suárez, de 21 años y vecina de Piedras Blancas. «Éste es un trabajo como otro cualquiera. Es una tarea factible y no tan dura como la gente puede llegar a pensar», opina Sara González. Ambas se formaron en la Fundación Metal -eran las únicas chicas de la clase- y se incorporaron después a la plantilla que dirige el empresario Javier Fernández-Font.

Cinco años lleva ya trabajando para Alusín la gozoniega Gloria Magadán, de 33 años. Antes de adentrarse en el sector del metal trabajó de cajera, si bien su pasión siempre fue la soldadura. «Es algo que siempre me atrajo, desde que era niña. A mis padres siempre les pareció extraño. Ahora de lo que me arrepiento es de no haber comenzado primero a soldar», relata la soldadora, enfundada en un mono azul.

El equipo de Alusín recibió ayer la visita de la alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, y de la directora gerente de la Fundación Metal, Pilar Suárez. «Queremos animarles en este nuevo reto profesional que supondrá su trabajo en Azsa. Ellas ejemplifican que, de una vez por todas, no hay trabajos de hombres y de mujeres», señaló la alcaldesa avilesina. A lo largo de los próximos ocho meses las soldadoras de Alusín se irán incorporando al proyecto de Asturiana. «Tendrán que soldar dentro de un campo magnético y también en altura, lo que supone mucha técnica y precisión», explicó Fernández-Font, quien añadió que también serán mujeres las que ocuparán las plazas que durante este período quedarán vacantes en el taller.

La firma corverana ampliará sus instalaciones con una nueva nave de 1.600 metros cuadrados que albergará el centro de investigación y desarrollo de nuevos productos de la compañía transformadora de aluminio (Alusín Tecnología, S. L.). Fernández-Font está pendiente, además, de la entrada de la Sociedad Regional de Promoción en el accionariado de la empresa.