Myriam MANCISIDOR

El portavoz del Colectivo Ecologista de Avilés (CEA), Fructuoso Pontigo, manifestó ayer estar a la espera de que responsables del Gobierno regional y el Ayuntamiento expliquen por qué en 2011 aumentó en un 50 por ciento el nivel del benceno en la calidad de aire en la ciudad «a pesar de que las baterías tuvieron una producción más reducida que otros años». «Sorprende el crecimiento de este contaminante cuando en el resto de estaciones que miden el benceno en Asturias, ubicadas en Gijón, Oviedo o Langreo, se han mantenido o reducido los valores de 2010», asegura Pontigo.

La estación de Llaranes, según el portavoz de CEA, superó durante 87 días del pasado año el valor límite establecido para el benceno en la legislación vigente, que es de 5 microgramos por metro cúbico. Destaca el valor medio del 29 de abril, que fue de 19,82 microgramos por metro cúbico, casi cuatro veces más del límite medio. Por este motivo, Pontigo urgió ya en noviembre al Principado y al Ayuntamiento a trabajar para reducir esos niveles elevados de contaminantes «producidos por una industria a la que se le consiente funcionar en precario y con un tráfico excesivo».

El benceno (C6H6) es un hidrocarburo cíclico volátil que presenta alta reactividad con compuestos oxidantes. Químicamente es un líquido incoloro de aroma dulce que se evapora rápidamente en la atmósfera. Está clasifico como cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluso en dosis muy bajas al ser un reconocido carcinógeno en seres humanos y otros mamíferos lactantes. La exposición de larga duración a altos nivel de benceno en el aire, siempre según Pontigo, puede producir enfermedades como leucemia o cáncer de colon. «Según los datos facilitados por el Servicio de Calidad del Aire del Principado, la estación ubicada en Llaranes que tiene un medidor continuo presenta con diferencia el nivel más elevado de benceno en Asturias», asegura el representante del Colectivo Ecologista de Avilés.

Sobre el benceno realizó también un estudio conjunto la Universidad de Oviedo y el Hospital San Agustín que tenía como objetivo analizar la contaminación química en el desarrollo de los niños. En dicho trabajo, con fecha de 2010, se constató que los niveles de benceno a los que estuvieron expuestas las embarazadas del área sanitaria avilesina eran más altos que en Sabadell, Valencia y Guipúzcoa. El cinco por ciento de las mujeres analizadas entonces sobrepasó durante el embarazo el valor límite anual, lo que supone para el feto un riesgo de desarrollar enfermedades en su etapa neonatal e infantil.

En el mismo estudio se destacaba que son nueve las industrias del área sanitaria que declaran sus emisiones al registro EPER-España. Entre ellas destaca la planta siderúrgica de Arcelor-Mittal, dedicada a la fabricación de productos básicos de hierro, acero y ferroaleaciones, con actividades de calcinación o sintetización de minerales metálicos, producción de fundición o de aceros brutos y tratamiento de superficie de metales y materiales plásticos, por su volumen de emisión de benceno al aire.

Ahora los ecologistas avilesinos piden que se explique por qué aumentan los niveles de benceno en la calidad del aire.