Más de 20.000 personas disfrutaron en Avilés de la tradicional comida en la calle, que este año llegó a su vigésima edición y que se celebró bajo un espléndido sol.

La gente, que abarrotó los cinco kilómetros de mesas ubicadas en las principales vías de la ciudad, disfrutó del plato que cada año protagoniza esta fiesta: la Pantagruélica Fabada. Los encargados de cocinar este suculento plato, al que nadie hizo ascos a pesar del calor, fueron los Xagós de Miranda y las Amas de Casa de Llaranes, que convirtieron la Plaza de España en el "restaurante" de toda la ciudad.

Redacción LNE