A. P. GIÓN

El fabricante estadounidense de aluminio Alcoa, con fábrica en Avilés, obtuvo un beneficio de 72 millones de euros en los tres primeros meses de 2012, lo que representa un descenso del 69,4 por ciento respecto al mismo período del ejercicio anterior. La compañía, que comenzó a aplicar el pasado día 4 un expediente de regulación de empleo en la fábrica de Avilés y que se prolongará durante un año, anunció ayer que estas cifras permiten abandonar las pérdidas de 191 millones de dólares (147 millones de euros) del trimestre precedente.

La cifra de negocio de la multinacional, que inauguró la temporada de difusión de resultados empresariales en Estados Unidos (cotiza en el índice Dow Jones), se situó en 4.620 millones de euros, lo que representa una leve mejora del 0,80 por ciento respecto al año anterior. «Todavía quedan retos en la economía, pero nos enfrentamos a ellos más preparados que nunca», señaló a través de un comunicado el presidente y consejero delegado de Alcoa, Klaus Kleinfeld, que también apuntó que la compañía ha conseguido mejorar resultados en el primer trimestre «gracias a los renovados esfuerzos para buscar el crecimiento y que los mercados están ahora más estables».

La multinacional Alcoa comenzó a aplicar el pasado día 4 el expediente de regulación de empleo (ERE) anunciado para las factorías de Avilés y La Coruña. La compañía, líder mundial en la producción de aluminio, hizo pública el pasado 9 de enero su intención de recortar a la mitad la producción durante un año tanto en la planta avilesina como en la coruñesa. La medida se ha saldado en la planta de San Balandrán con una regulación temporal de empleo durante el mismo periodo de tiempo que afectará a toda la plantilla.

Los trabajadores se van a casa con el 85 por ciento de sus sueldos brutos mientras esté activado el ERE y la empresa respeta íntegramente el mes de vacaciones y las pagas extraordinarias. La regulación tiene carácter rotatorio, tal y como defendieron los representantes de los trabajadores en la negociación con la dirección de Alcoa. La multinacional asegura que no se plantea otro escenario económico para el año 2013 (tras el ERE) que seguir produciendo tanto en su fábrica de Avilés como en la de La Coruña, pero no prevé acortar la regulación de empleo.

La plantilla de Alcoa se concentró a las puertas de la misma factoría en la jornada en que se activó el recorte de personal. Los representantes de los trabajadores denunciaron el abandono político tras las elecciones, un sentimiento que se agrava en tanto en cuanto «todavía no se ha completado la reducción en la producción». La fábrica ha dejado de producir 22.500 toneladas desde el pasado día 4 y para julio está previsto la reducción de otras 22.500.