La Granda (Gozón),

Marta PÉREZ

«Tenemos unos dos kilos de bacterias en el intestino. Cuando digo esto, la gente me pregunta cómo se quitan, pero lo cierto es que son fundamentales para el mantenimiento de nuestra salud». El investigador del Centro Nacional de Biotecnología, Javier Tamames de la Huerta, fue el encargado de sentar ayer las bases del curso sobre la flora microbiana que se desarrolla durante esta semana en La Granda. Tamames explicó que la mayoría desconoce que el cuerpo humano es pura bacteria: «Hay diez veces más microbios que células humanas; somos mayoritariamente bacterias».

En su visión introductora al curso, Tamames explicó por qué son importantes las comunidades bacterianas, por qué los científicos trabajan con ellas y cómo se manipulan. Así, especificó que existen enfermedades relacionadas con la composición del microbioma, como es el caso de la enfermedad de crohn, la colitis uterina o la obesidad. «El desequilibrio de la flora intestinal puede ser causante de enfermedades. Está demostrado que si la reemplazamos por una flora normal la enfermedad puede revertir. Sucede incluso con la obesidad: se han hecho pruebas en ratones, cambiando la flora de un ratón obeso por la de uno magro», especificó. Aunque, matizó el experto «posiblemente no sea la única causa, puede tener mucha influencia en estas enfermedades».

Javier Tamames, también indicó durante su ponencia que es fundamental que un niño recién nacido esté en contacto con bacterias para que se configure su sistema inmune. «Esto previene que organismos patógenos puedan instalarse en nuestro cuerpo», manifestó el científico.

Por su parte, el director del curso, Santiago Grisolía, específico que había elegido este tema para el curso por las aplicaciones del conocimiento de las bacterias en la biomedicina. A la conferencia de Tamames siguió la de Carmen Menéndez Fernández, del Instituto Universitario de Oncología, que departió sobre los microorganismos para síntesis de compuestos antitumorales. El curso prosigue hoy.