La primavera ha llegado y con ella la floración de árboles y plantas. Además de embellecer parques, jardines, terrazas e incluso un pequeño balcón, sirven para aromatizar y potenciar sabores culinarios. De unos y otras, así como de las distintas especies que se pueden cultivar en Asturias, hablaron ayer Julio Carretero y Yolanda Peña Abeijón, cultivador de bonsáis y técnica hortofrutícola, respectivamente, en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés.

Durante su intervención, Carretero, que cuenta con una importante colección de bosques de bonsáis, intentó convencer al público de que esta planta ornamental «no tiene por qué tener una fecha de caducidad». Señaló que «vivimos en un paraíso para cultivarlos, ya que tenemos el mejor clima de España, muy parecido al de Japón».

Hayas, tejos, pinos, manzanos de fruta pequeña, cítricos, zelkova o el pino albar son algunas de las especies que Carretero citó como árboles del entorno más próximo que pueden transformarse en bonsáis. Para ello, dijo, sólo requieren estar plantados en el sustrato adecuado y evitar que permanezcan muchos días sin agua.

Por su parte, Yolanda Peña Abeijón hizo un repaso por las plantas aromáticas y culinarias más populares, como lavanda, jazmín, hisopo, romero, laurel, perejil, albahaca o eneldo, entre otras, que pueden cultivarse, dijo, además de en los jardines, en macetas o jardineras situadas en la terraza de una vivienda, el balcón, e incluso en un rincón de la casa con abundante luz.

Para aromatizar los armarios o cualquier espacio del hogar, Yolanda Peña recomienda, una vez se haya cortado la planta, dejarla secar a la sombra y en un lugar bien ventilado para favorecer su conservación. Posteriormente, se deposita, bien directamente sobre una balda, bien en un recipiente o dentro de unos sacos pequeños. Sobre las plantas destinadas a la cocina, Peña animó a añadirlas a los distintos platos, imitando la cocina mediterránea, para ganar en sabor y, además, como sustitutos de la sal, perjudicial para la salud.