«Me dijeron que los tubos del mercurio estaban limpios, descontaminados, y los vendimos hace tiempo». Así se expresó ayer el empresario encargado de deshacerse de los 3.800 tubos que los operarios de la compañía Ingeniería Montajes del Norte (Imsa), subcontratada para llevar a cabo la parada de la planta número 4 de tostación de la fábrica de San Juan de Nieva de Asturiana de Zinc (Azsa). ¿Verdaderamente esos tubos estaban descontaminados? En el informe del Instituto Asturiano de Prevención se lee lo siguiente: «...tales tubos fueron tratados como chatarra y no conservados como muestras para laboratorio». Señala asimismo que «desde que se retiraron los tubos de los intercambiadores, hasta que fueron analizados, transcurrió un número importante de días en los que, necesariamente, se redujo la cantidad de mercurio, bien por evaporación (...), por el efecto de las condiciones meteorológicas o, mecánicamente, por la descuidada manipulación de los mismos».

El relato de uno de los trabajadores de Imsa señala que «el intercambiador tenía cuatro plantas. Un equipo estaba en cada una de estas plantas. Cortábamos los tubos y en los primeros días los tirábamos por medio de guías -una especie de tobogán- a un contenedor. Uno de los prevencionistas nos dijo que no lo hiciéramos así porque los tubos se colocaban mal y las guías iban directamente al suelo. Luego parábamos el trabajo y recogíamos todos los tubos para colocarlos como nos pedían. Entonces los de Eulen limpiaban el lugar en que estábamos para poder reiniciar la tarea, porque estábamos muy apurados», aseguró el ex trabajador. CC OO se pregunta dónde están «de verdad» los tubos del intercambiador.