Los vecinos de La Luz están de enhorabuena, y muy ajetreados. El Vaticano aceptó hace poco menos de un año el nombramiento de la Virgen de la Luz como patrona de Avilés y, ahora, ha llegado el momento de su proclamación. La fiesta se celebrará el domingo 12 de mayo a partir de las seis de la tarde. El párroco de Villalegre, Vicente Pañeda, dio ayer la buena nueva. Avanzó, además, que está previsto que participe en la ceremonia el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz. «Contamos con la presencia de muchísima gente por lo que instalaremos una carpa en las inmediaciones de la ermita y un circuito de televisión cerrado para que nadie se pierda qué ocurre dentro del templo», manifestó Pañeda.

La Virgen de la Luz compartirá el patronazgo del concejo con San Nicolás, pese a que la ciudad celebra San Agustín, el 28 de agosto. La iniciativa en favor de la imagen que se venera en la parroquia de Villalegre -santuario mariano- tomó fuerza con la llegada del sacerdote Vicente Pañeda a la parroquia y la petición ante la Santa Sede estuvo precedida por el apoyo de numerosas entidades culturales, deportivas, colegios y cofradías, con la aprobación de la secretaría general del arzobispado de Oviedo. «Entre todos lo hemos conseguido y estamos muy contentos», dijo Pañeda, que señaló que en los próximos días comenzará la novena.

El culto a la imagen de la Virgen de la Luz se remonta al siglo XVIII. Desde entonces goza de una gran devoción, especialmente entre las mujeres embarazadas. Esto no es casualidad. La imagen representa a la Virgen de pie en el momento de dar a luz y simboliza el misterio de la Maternidad Divina de María: con la cabeza del Niño Jesús sobre el centro de su pecho, con actitud sonriente y como sosteniendo una imaginaria luz coincidente con la cabeza de su Hijo. La talla original de la Virgen databa, al igual que el templo, del siglo XVI, pero se perdió durante la Guerra Civil , por lo que ahora su lugar lo ocupa una figura realizada después de la contienda.

Anualmente se celebran dos fiestas en honor de la Virgen de la Luz: la primera, en mayo, coincide con el popular «Rito del Beso» en el que una pareja se regala arrumacos a los pies de la ermita y la segunda es a mediados de agosto.

Ahora, los devotos de la Virgen de La Luz han visto cumplida una reivindicación que se remonta nada menos que a la década de los años cuarenta del siglo pasado si bien el fervor por esta imagen data de hace más de trescientos años, según figura en documentos depositados en el Archivo Histórico Diocesano. La fiesta de proclamación, el día 12, domingo.