El programador informático Daniel Bagüés Álvarez, avilesino de 42 años, murió ayer por la mañana en la variante de Avilés. Eran poco más de las nueve de la mañana cuando el turismo (O-9822-CD) que conducía Bagüés en sentido Oviedo colisionó por causas que aún se investigan con un camión que circulaba en dirección a Galicia. El terrible suceso se produjo en el punto kilométrico 98,700 de la ronda avilesina, a la altura del viaducto de La Magdalena y a sólo unos metros de donde el pasado viernes perdió también la vida la castrillonense Adelina Castañón al chocar frontalmente con un vehículo pesado.
Dada la similitud de ambos siniestros, Tráfico ha decidido iniciar ahora una investigación para conocer exactamente las causas de sendos sucesos de cara a extremar las medidas de seguridad, según ha podido saber este diario. El Ministerio de Interior sopesa, de acuerdo a las mismas voces, revisar la señalización de la vía, actualmente con la velocidad limitada a cien kilómetros por hora y con doble línea continua, por lo que están prohibidos los adelantamientos. Tráfico prevé asimismo aumentar en los próximos días la presencia de agentes en la Variante, especialmente en el tramo donde se produjeron los dos últimos accidentes mortales.
Daniel Bagüés Álvarez, vecino de la travesía de la Vidriera, casado y con dos hijos, es la víctima número 58 de la variante de Avilés, una carretera que desde su inauguración en 1992 se convirtió en una trampa para los conductores. Pese a que la apertura de los tramos de la Autovía del Cantábrico entre Tamón y Muros de Nalón -entre diciembre de 2005 y mayo de 2007- ha reducido aproximadamente en un 40 por ciento el tráfico, la ronda avilesina aún registra el paso estimado de más de 22.000 vehículos al día. Aunque el número de siniestros disminuyó en los últimos años -Tráfico eliminó la etiqueta de "punto negro" en la variante-, las estadísticas han dado un giro ahora con dos víctimas en sólo cinco días.
Hasta la variante de Avilés se desplazaron ayer agentes de la Guardia Civil, profesionales de la uvi móvil y los bomberos que, tras recibir la pertinente autorización, excarcelaron el cuerpo sin vida de Bagüés Álvarez. Los sanitarios movilizados por el Servicio de Atención Médica Urgente sólo pudieron verificar el fallecimiento de Daniel Bagüés Álvarez. La noticia de su muerte cayó como un jarro de agua fría entre sus allegados y clientes. El avilesino dirigía una empresa de informática asentada en la calle Ramón y Cajal, en el Carbayedo.
