Algunos amigos y familiares de los seis desaparecidos por el hundimiento del buque "Santa Ana" acudieron ayer hasta el Cabo Peñas y observaron, acongojados, el lugar donde embarrancó el buque. Unos no pudieron reprimir las lágrimas; otros, en la imagen, guardaron silencio mientras observaban con unos prismáticos el embate de las olas entre la peña la Corberona y la isla de La Erbosa, donde el pesquero sufrió el fatal accidente.