Destrozado por la popa y por babor. En ese estado se encuentra el "Santa Ana", el arrastrero que desde la madrugada del pasado lunes permanece apoyado en vertical contra el islote de La Corberona, junto a la isla de La Erbosa, en Peñas. Las imágenes submarinas grabadas por los especialistas en actividades subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) en las inmersiones realizadas el pasado jueves arrojan las primeras luces sobre el estado del pesquero. La grabación recoge las labores realizadas en el pecio en esa jornada, cuando los equipos de la Guardia Civil y de Salvamento Marítimo (Sasemar) consiguieron dejar sujeto al buque en una grieta del fondo marino tras realizar varias operaciones.

Precisamente el estado en que se encuentra el pecio ha sido una de las grandes incógnitas sobre el siniestro. Las condiciones de la mar (mar de fondo), las corrientes, la nula visibilidad bajo el agua y el ligero movimiento del buque impidieron hasta el jueves que los buceadores consiguiesen apreciar la situación del casco y mucho menos acceder al interior del buque.

En la grabación se observa cómo los buzos se aproximan al casco del buque siguiendo el cable que sirve de guía y sorteando trozos del buque que reposan en el fondo marino. También cómo los buceadores acometieron la sujeción de un cabo a los carreteles del pesquero (el carrete donde va enrollada la red de pesca) para que tirase de él el remolcador Alonso de Chaves. Los equipos de rescate consiguieron con esta operación comprobar que el "Santa Ana" estaba estable y pudieron acceder al buque por primera vez. Llegaron a abrir una puerta, momento en que un armario se les vino encima, y descubrieron que en el interior había "un montón de muebles y cabos sueltos". "Coja su casa y póngalas patas arriba; eso nos encontramos ahí dentro, y flotando", aclaró el capitán Carlos Martínez, del grupo de especialistas en actividades acuáticas de la Guardia Civil tras las operaciones del jueves.

Las imágenes muestran claramente la zona de los carreteles. Precisamente entre ellos se encuentra la escotilla a través de la que los buceadores consiguieron adentrarse ayer en el buque y localizar el cuerpo de uno de los seis tripulantes que continuaban desaparecidos, el marinero Lucas José Mayo Abeijón. Los accesos que habían previsto la jornada anterior se encontraban impracticables para los buceadores.