Tras años y años de reclamaciones vecinales y municipales sobre la reparación de la carretera que une Luanco y Avilés, la reparación del firme de este transitado vial de catorce kilómetros ya es una realidad. "Vale más tarde que nunca", expresó ayer el alcalde de Gozón, Ramón Artime, para indicar posteriormente que la actuación dará más seguridad a una carretera que ha registrado un buen puñado de accidentes.

La reforma de esta carretera se ejecutó en dos tramos. El primero se ejecutó en 2013 y consistió en la renovación del pavimento entre el barrio avilesino de Valliniello y la parroquia de Santiago de Ambiedes, en Gozón. El segundo tramo y más polémico comenzó el pasado mes de diciembre. Fue polémico por un parón de las obras durante mes y medio, lo que generó numerosas críticas vecinales y del Ayuntamiento. La consejería de Fomento argumentó en su momento que la obra se había frenado por las condiciones del tiempo. Para calmar los ánimos, la consejera Belén Fernández indicó que la obra finalizaría en plazo, es decir, antes del día 20 de marzo. Y así fue. Ayer los trabajadores de la empresa comenzaban a recoger sus bártulos después de haber rematado la rotonda de entrada a Luanco. "Este vial estaba en una situación complicada desde hace muchos años", remarcó Artime, que celebró el fin de la obra quizá más demandada en los últimos años.