La contaminación ha vuelto a dispararse en Avilés coincidiendo con una notable subida del nivel de benceno según los datos de la estación de control de Llaranes, que pasó de 0,3 microgramos por metro cúbico de aire a picos de 8 µg/m3. Se trata de una subida superior al 2.666%, manifiesta el Colectivo Ecologista para añadir que en los últimos meses, "muchos domingos se han producido estos incrementos de benceno lo que denota un claro abandono de las instalaciones de baterías los fines de semanas".

El benceno, explica la asociación, es un hidrocarburo cíclico volátil que presenta alta reactividad con compuestos oxidantes. Químicamente es un líquido incoloro de aroma dulce que se evapora rápidamente en la atmósfera y con una solubilidad en agua bastante escasa. Está clasificado como cancerígeno por la OMS.