Los vecinos de la zona de Ería de Corros, en el barrio de La Magdalena, están ya hartos del "pésimo" estado en el que se encuentran unas fincas de titularidad privada. "Están llenas de maleza y son casi como un vertedero", afirman los residentes. Estos afectados añaden que las denuncias se remontan a hace años, aunque nunca se han tomado medidas para solventar la situación y eso que hay sentencias judiciales que les dan la razón. "El Ayuntamiento de Avilés no hace nada. Ni exige a los propietarios que limpie y adecente eso ni el Consistorio lo hace con sus medios. Es una desesperación", aseguran.

Y es que, además, a los problemas que generan la propia suciedad se suma el riesgo de incendio. "Hubo un incendio hace poco y hay casas alrededor. Un día va a pasar algo grave y vamos a lamentarnos", sentencian.

Las quejas vecinales por el abandono de fincas privadas es una constante en los últimos años. En Avilés, hay un buen número de solares vacíos que, debido a su escaso mantenimiento, se han convertido en foco de maleza y, en algunos casos, casi vertederos. Los terrenos denunciados están, por ejemplo, en la zona del Quirinal y Villalegre o en las calles Brigadas Internacionales, La Estación, Rivero, Galiana o González Abarca, en la antigua residencia de Ingenieros.

Los vecinos de esos terrenos urgen al Ayuntamiento a que obligue a los propietarios a acondicionar esas parcelas. Para ello, piden que se aplique el plan municipal de edificación forzosa, que ideó el Consistorio hace casi una década para la construcción de edificios. El concejal de Urbanismo, Luis Ramón Fernández Huerga, anunció hace unos meses que el gobierno presentaría un segundo plan.

Esa iniciativa municipal consiste en instar a los dueños de los solares a presentar un proyecto de construcción. En el caso de desobedecer el mandato, el Ayuntamiento podría expropiar esos terrenos o ejecutar de forma subsidiaria la intervención, todo ello a través de la sociedad pública Ruasa.