Los propietarios de unos terrenos colindantes con la carretera de Arnao a Salinas van a proceder a la poda de varios árboles tras las quejas de los usuarios. Las ramas estorban incluso a los autobuses, según varios testimonios. La concejala de Ciudadanos de Castrillón, Silvia Argüelles, alertó recientemente del peligro ya que los árboles pueden caer a la calzada y ocasionar accidentes. Los propietarios ya han pedido permiso en el Ayuntamiento para cortar las ramas de varios de estos ejemplares.

Los usuarios, además, llevan años reclamando una solución para mejorar la seguridad vial entre Salinas y Arnao por el túnel. Peatones y ciclistas comparten la carretera con un tráfico intenso, incluidos los autobuses del transporte público y camiones de la fábrica de Asturiana de Zinc (Azsa).

"Una solución que proponen algunos vecinos y usuarios consiste en que el tramo sea de una sola dirección cada intervalo del semáforo, algo que ya ocurre con el paso del túnel. En este caso debería cambiarse de ubicación el semáforo, como mínimo hasta la mitad de la recta, de tal manera que la curva más complicada quedaría a salvo de malos encuentros", señaló ayer el concejal de Foro en Castrillón, Pepe Hevia.

La carretera de Salinas a Arnao es estrecha y sin aceras y cada día se incrementa tanto el paso de senderistas y ciclistas como de vehículos. Por el sur, limita con la ladera de Pinos Altos y por el norte, con el muro de cierre de la fábrica de Azsa. El tramo más peligroso es el comprendido entre la playa del Dólar y el cruce de carreteras hacia el Museo de la Mina y la playa de Arnao. "Hay curvas en la calzada muy pronunciadas y con poca visibilidad. Es un peligro para los peatones y los ciclistas y sería necesario habilitar una acera como la que hay en el túnel", afirman los usuarios del vial.