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NURIA VARELA | Periodista y feminista

"La Real Academia Española es machista, sexista y misógina"

"Damos por hecho que todo el mundo está a favor de la igualdad entre hombres y mujeres, y eso es falso"

Nuria Varela. M. VILLAMUZA

La periodista y feminista asturiana Nuria Varela participó ayer en la apertura del curso avanzado de coeducación que organiza el Centro del Profesorado y de Recursos Avilés-Occidente con una ponencia sobre la historia del feminismo.

-¿Por qué en el siglo XXI hay que seguir hablando de igualdad?

-Es necesario. Estamos en un momento muy oscuro, de potentísima reacción patriarcal en el que no sólo tenemos que seguir trabajando, también profundizar más y pisar el acelerador. Vivimos un momento que yo llamo el velo de la igualdad, en el que damos por supuesto, erróneamente, que tenemos un marco de igualdad. Ese es el discurso que se ofrece cuando hablas de la gente más joven, generaciones que han crecido y han sido educadas en igualdad. Es un mantra que se repite porque está muy aceptado socialmente, pero es falso. La coeducación no está en la escuela; estudian juntos, nada más. Los libros de texto no recogen la historia de las mujeres ni el pensamiento feminista. Es más, en el aula no está el principio de igualdad, ni la educación afectivo sexual, ni el principio de prevención de la violencia de género.

-¿Existen indicadores que hablen de igualdad?

- No hay ni uno solo. Por ejemplo, los usos del tiempo (el dedicado por las mujeres a los cuidados respecto a los hombres), los económicos, de la brecha salarial, las pensiones de jubilación, el empleo, el paro, el tipo de jornadas, la modalidades de contrato...

-¿No hay ninguno positivo?

-El único es el del número de alumnas en la Universidad. Pero también en éste, que es bueno, cuando se profundiza, nos damos cuenta de que ellas y ellos no estudian lo mismo. El sesgo de género está claramente marcado en los estudios que eligen unos y otras.

-A día de hoy, ¿aún existen detractores de la igualdad entre hombres y mujeres?

-Damos por hecho de que todo el mundo está a favor y eso no es verdad. Hay mucha gente, y ahí está Donald Trump, que su forma de concebir el mundo y la sociedad no es igualitaria, que defienden una sociedad basada en una familia tradicional y con unos roles y estereotipos.

-¿Esto refuerza la presencia del feminismo?

-El feminismo tiene tres siglos de historia y en este tiempo hemos pasado del no reconocimiento de ningún derecho de ciudadanía a, en algunas partes del mundo, estar formalmente reconocidos. Ahora, el paso definitivo es la igualdad real. Todos los derechos que disfrutamos los hemos tenido que pelear uno a uno y algunos que creíamos consolidados están en riesgo, como los del sexo reproductivo, que siempre están cuestionándose de alguna forma.

-¿Qué aspectos pesan más para evolucionar?

-La economía. Cuando hablamos de igualdad entre hombres y mujeres no miramos la profunda discriminación económica, la cantidad de dinero de menos que tenemos. Aquí podemos ir desde el mundo de los cuidados (el 83% de este trabajo no remunerado y no reconocido lo hacemos las mujeres) hasta la tasa rosa (no sabemos por qué los productos destinados a mujeres son más caros que los dirigidos a hombres).

-¿Qué pasos hay que seguir para alcanzar esa igualdad?

-Hay dos áreas en las que tiene que haber un verdadero cambio. El primero tiene que darse en las aulas. El capitulo uno de la ley contra la violencia de género está dedicado a la educación y no se ha desarrollado. La sociedad se lleva las manos a la cabeza cuando ve cómo aumenta la violencia de género entre la gente joven. No sólo pasa de generación a generación, cada vez se da antes. Tenemos 600 menores ahora en el sistema biogen de protección.

-¿A qué edad hay que empezar a trabajar en el aula?

-Las expertas en coeducación señalan que en la etapa de 0 a 3 años. No podemos cambiar los comportamientos, las creencias, los roles, las actitudes a los 14 o 15 años, cuando empiezan a emparejarse los adolescentes. No sólo necesitamos una asignatura específica en todos los tramos que hablen de educación afectivo sexual, igualdad y prevención de la violencia, debemos cambiar los libros de texto. En el siglo XXI, el conocimiento sigue siendo androcéntrico. Este es el segundo área que se necesita cambiar porque mires donde mires, la cultura y el conocimiento recoge historias hechas por el hombre para el hombre.

-¿El lenguaje sigue siendo machista?

-La Real Academia Española es machista, sexista y misógina. La institución que regula el uso del lenguaje nos dice que éste tiene que ser excluyente, machista y niega todo el reconocimiento a los estudios feministas y de género desarrollados en las universidades. No ha reconocido todavía la palabra género. Después de trescientos años de historia y con sólo once mujeres, cada vez tiene menos autoridad. La academia está todo el rato defendiendo un poder masculino, no habla de nada que tenga que ver con la academia o el lenguaje.

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