Joven, en paro, soltero, con estudios primarios y secundarios y en creciente situación de vulnerabilidad por tener escasos recursos económicos. Éste puede ser el perfil de las personas inmigrantes que viven en Avilés, una ciudad que no es ajena a los problemas que sufren las personas que llegan de otros países en busca de una vida mejor: desarraigo, falta de trabajo, problemas idiomáticos... Pero en el concejo, se abordan de una manera "integral y normalizada". "No tenemos recursos diferentes para ellos sino que lo que queremos es que accedan con todos los derechos y garantías a los mismos que el resto de los avilesinos", destacó ayer la concejala de Bienestar Social, Yolanda Alonso, durante la presentación del IV Diagnóstico de la Inmigración en Avilés.

El documento, realizado por el Ayuntamiento y ACCEM Asturias con la colaboración indispensable de las entidades e instituciones que forman parte del Grupo Local de Inmigración de Avilés (GLIA), detecta tres nuevos perfiles en un colectivo de 2.771 personas -un 22 por ciento menos que al inicio de la década- procedente de 40 países diferentes. Así, constata inmigrantes en situaciones sobrevenidas de vulnerabilidad, que son personas que llevan tiempo en España sin empleo y en situación económica precaria; mujeres inmigrantes con precaria situación laboral, y refugiados. En ese último caso, están los llegados de Siria y Venezuela, dos nacionalidades que antes no tenían presencia en la ciudad.

"No son todos los refugiados que quisiéramos tener porque España está incumpliendo el acuerdo firmado en Europa. Pero Avilés es una ciudad que hemos ido articulando medidas y recursos junto con ACCEM", destacó Yolanda Alonso. Javier Mahía Cordero, responsable de ACCEM Asturias, hizo un llamamiento para que las personas que se van de sus países "tengan vías de acceso legales y seguros y no estén en manos de las mafias y redes".

"Cuando llegan a nuestro país están en una situación de extrema vulnerabilidad porque carecen de documentación. No están empadronados y no pueden acceder ni a la sanidad ni a las ayudas. Por eso hay que poner en valor el trabajo del Grupo GLIA porque están en primera línea de trabajo con estas personas", valoró Mahía. ACCEM cuenta actualmente en Avilés con 24 plazas para personas refugiadas a las que en enero se sumarán otras 12. Además, tiene otras 12 plazas dentro de un dispositivo de acogida de inmigrantes.

El IV Diagnóstico de la Inmigración en Avilés se realizó en base a la información de una muestra de 219 personas con las que trabaja el GLIA (el 8 por ciento de la población extranjera de la ciudad). De los resultados se extrae que el 54 por ciento de los inmigrantes es hombre y el 46 por ciento, mujer. La edad es relativamente baja: el 82 por ciento tiene entre 20 y 49 años y llega de 40 países diferentes. El mayoritario, Rumanía, con el 17 por ciento. Respecto a otros diagnósticos municipales, la población del continente africano continúa teniendo un importante peso y supone el 35 por ciento del total: "Este colectivo es uno de los más vulnerables y precisan de un mayor acompañamiento", expone el documento.

Según el informe, el 40 por ciento de la población inmigrante está inactiva y un 30 por ciento, parada de larga duración. Además, aumenta la población que se encuentra en situación de desempleo inferior a un año (18%) incrementándose 8 puntos en relación al 2014.