La empresa Montrasa Maessa vulneró los derechos fundamentales de sus trabajadores en Alcoa. Esto es lo que dice el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) en una sentencia notificada hace pocos días en la que también se ordena anular el expediente de regulación de empleo (ERE) que había propuesto previamente a solicitar el concurso de acreedores. Se da la circunstancia, sin embargo, de que la multinacional Alcoa renovó con su auxiliar el contrato de fundición y planta de reciclado en su factoría avilesina.

Los 34 de Montrasa consideran que la sentencia obliga a devolverles "a sus puestos de trabajo". "¿Y dónde está mi puesto de trabajo si en los últimos 24 años iba a trabajar a Alcoa?", se pregunta Ricardo Martínez, el representante del colectivo. "La vulneración de los derechos laborales significa que la empresa nos represalió por ser reivindicativos", prosiguió. Según el criterio del representante de los trabajadores, "las decisiones de la empresa Montrasa van a poner en peligro a 118 familias". Y es que la anulación del ERE supone que los 34 vuelven a ser empleados de Montrasa, una compañía que ahora tiene 84 empleados. ¿Qué sucede ahora? Según ha sabido este periódico, la auxiliar tiene que negociar con los 34 el modo de volver.

La auxiliar entiende que no puede asumir las deudas que, según los 34, generó "por renunciar a un contrato que debería tener en explotación hasta abril de 2018". Y, además, se da la circunstancia de que Alcoa "estuvo 30 años sacando a concurso el contrato en el que estábamos nosotros y ya no". La crisis de Montrasa se abrió en 2015 cuando la auxiliar aceptó un contrato si sus empleados se rebajaban el sueldo. Eso no sucedió porque los trabajadores perdían derechos laborales.