"Las piezas que hacemos en Salvatierra vienen de la tradición, pero también miramos al futuro". El que habla es Francisco Saavedra, que es uno de los catorce ceramistas que estos días presenta su trabajo en la novena Feria de alfarería tradicional de Avilés. "Hacemos réplicas de piezas que ya se dejaron de utilizar, pero también vajilla que "resiste el microondas o el lavavajillas", explica el artesano extremeño, cubierto con un chubasquero de plástico. "También en mi tierra llueve", bromea.

Hasta mañana lunes, está dispuesta en la plaza de Álvarez Acebal la única Feria de cerámica tradicional en Asturias. "Todos los años invitamos a catorce profesionales porque ese es el número que permite esta plaza", explica Ricardo Fernández, el organizador del encuentro que, en esta ocasión, reúne muestras cerámicas de las localidades extremeñas de Arroyo de la Luz (Cáceres) y Salvatierra de los Barros (Badajoz); de las castellano-manchegas de Mota del Cuervo (Cuenca), Cuerva (Toledo), Puertollano (Ciudad Real) y Talavera de la Reina (Toledo); de las jiennenses de Bailén y Úbeda; de las zamoranas de El Perdigón, Pereruela y Moveros de Aliste y también de Ridesalbes (Castellón) y de Bárcena de Toranzo (Cantabria).

José Pajares Bermejo es uno de los tres alfareros de Arroyo de la Luz. "Lo que hacemos es cerámica familiar, con piezas propias de la zona. La hacemos con el torno de pie y la decoramos a mano", explica mientras va colocando cada una de las muestras que ha puesto a la venta "como se hacía antes, en el suelo", explica Ricardo Fernández: "Esa es la filosofía de esta feria", recalca el organizador. "Es la primera vez que venimos a Avilés", apunta Pajares Bermejo mientras cobra una primera venta.

María Antonia Suárez y Víctor Santillán hacen piezas de barro en las localidades cántabras de Bárcena de Toranzo y también en Vega del Pas. La oferta que presenta va de cerámica decorada a piezas bastas. "Lo que hacemos es recuperar piezas históricas, pero también innovamos", subraya Suárez.

La lluvia recibe a los feriantes con alegría. "Recorremos todo el país y aquí la lluvia no falta", apuntan. La concejala de Eventos, Ana Hevia, se encargó de inaugurar la feria. Los compradores no faltaron: "Las huchas para los niños son piezas que salen muy bien", apunta Saavedra que señala una zona amplia de su esquina cubierta por una piara de gochos de barro de todos los tamaños destinados a llenarse de monedas: "¡Qué feliz estoy con una hucha!", se escucha a una primera compradora en dirección al grupo de amigos que la espera junto al Conservatorio. "Las tazas de desayuno también salen bien", recalcó el alfarero pacense. El microondas no puede con ellas.