La ordenanza que regula el funcionamiento de los taxis en el concejo de Mieres y que pretende unificar a los profesionales que operan en todo el municipio ha recibido 16 alegaciones por parte de asociaciones y profesionales a título individual. Un número importante si se tiene en cuenta que las ordenanzas suelen recibir entre uno y dos recursos como máximo. Sin embargo, el malestar generado por esta normativa, sobre todo entre los taxistas que operan en el casco urbano, ha hecho que se multipliquen el número de alegaciones. De momento, los técnicos municipales se encuentran estudiando los recursos, un procedimiento que dilatará la puesta en marcha de la parada de taxis del hospital, que no se abrirá hasta que la ordenanza municipal entre en vigor.

La concejala responsable de Movilidad Urbana en Mieres, Miriam García, explicó ayer que "se van a analizar todas las alegaciones de forma concienzuda, aunque no podemos poner plazos para la puesta en marcha de la ordenanza, habrá que esperar a ver cómo avanza este proceso". Normalmente, cuando se abre un plazo de exposición pública, como ocurrió con esta normativa, únicamente se invita a los colectivos a que presenten alegaciones. Sin embargo, y dado el interés que despertó esta ordenanza, el Ayuntamiento abrió la invitación a todos los profesionales del taxi para que, a título individual, también pudieran formular sus alegaciones, como así ocurrió.

Además de los profesionales del taxi, presentaron alegaciones la Asociación Sindical de Taxistas Autónomos de Mieres (Astam) que engloba a gran parte de los profesionales del casco urbano, así como la Federación de Asociaciones de Vecinos de Mieres, que también se había mostrado descontenta con la ordenanza.

Las alegaciones se centran en el impacto que tendrá la modificación de la ordenanza para usuarios y profesionales, en la misma línea expresada cuando se aprobó el cambio en el Pleno de Mieres. Los taxistas argumentan que la ordenanza disparará los costes de explotación, al obligarles a cobrar el viaje al usuario desde la parada más cercana al punto de recogida. Hasta ahora, si recibían una llamada de Ujo, que sí tiene parada de taxis, los profesionales podían cobrarle el viaje desde Mieres, algo que cambiará con la modificación de la ordenanza. También alegan los taxistas que el servicio estará descompensado entre los vecinos del Norte y Sur del concejo, ya que en los pueblos de la zona norte no hay paradas, a diferencia del Sur, donde sí hay en Santullano, Figaredo, Turón y Ujo. La Federación de Asociaciones de Vecinos de Mieres centraba su alegación en el perjuicio que tendrá para los vecinos, debido sobre todo al aumento de los costes de explotación para los taxistas. Así, aseguran que habrá un déficit del servicio en los pueblos.

Quienes no presentaron alegaciones fueron los taxistas que operan en el extrarradio y el colectivo que agrupa a las asociaciones de vecinos no federadas, a favor de la ordenanza.