El Ayuntamiento de Aller ha tendido su mano al proyecto elaborado por Armando Valdés -director de la escuela de esquí de Fuentes de Invierno- para llevar el "nordic walking" (marchas de travesía sin nieve) al municipio. El alcalde, David Moreno, señaló ayer que desde el gobierno local "se va a impulsar y a trabajar por situarnos a la cabeza en la promoción de una actividad novedosa, atractiva y que está teniendo una buena acogida en otros puntos de España".

Moreno mantuvo ayer un encuentro con Valdés, fundador de la escuela asturiana de nordic walking. Ambos departieron sobre la posibilidad de llevar adelante una iniciativa que se desarrollaría por rutas senderistas ya señalizadas en el municipio, e incluso, por dos pistas de la estación allerana. "Nos parece que es una actividad muy buena porque no solo tiene un carácter deportivo, sino que también ofrece una serie de beneficios para la salud importantes", aseguró el regidor allerano, que está decidido a apostar por el nordic walking.

"Estamos trabajando en poner en marcha el programa con una inversión pequeña que nos sirva para arrancar. De hecho, estamos tratando de ajustar todos los costes, y por eso se utilizan las rutas existentes", indicó el Alcalde. De hecho, la idea es colocar unos paneles autodescargables en los nuevos teléfonos inteligentes, lo que evitaría un gran desembolso en otro tipo de señalética. Los plazos siguen siendo los anunciados por el propio Valdés en este diario, que el proyecto pueda comenzar a caminar en la primavera.

El nordic walking es una actividad que viene de los países nórdicos. Allí, los esquiadores de fondo necesitaban idear un deporte que les sirviera para entrenar fuera de la temporada de esquí. Así nació esta modalidad de marcha, que la que se utilizan precisamente los mismos bastones que para el esquí de fondo. El éxito que ha tenido, unido a los beneficios para la salud que implica por los movimientos que se hacen, ha llevado a algunos gobiernos de estos países a subvencionarlo. En España, apenas se desarrolla en los Pirineos. Aller quiere subirse a la ola del "nordic walking".