Los sindicatos exigen a las entidades bancarias que ajusten los precios de las naves embargadas para impulsar el asentamiento de nuevas empresas y la creación de empleo en las Cuencas. La negociación, matizan desde las centrales, tendrá que estar abanderada por el Principado. Su reclamación surge tras conocer que una entidad bancaria vende la clausurada nave de Urueña, en el polígono de La Cuadriella, en 1,5 millones. Una cifra que los empresarios de la zona consideran una "barbaridad" que dificulta la reindustrialización de la zona.

El secretario general de UGT del Caudal, Sergio Álvarez, considera que los empresarios "con proyectos serios" tienen que encontrar la puerta abierta en la comarca. "Si los conocedores del sector dicen que la nave es muy cara, los bancos deberían bajar el precio para impulsar la creación de empleo", aseguró. Es por eso que exige al Principado que abra una negociación "urgente" con las entidades bancarias para que las instalaciones en desuso vuelvan a la actividad "con la mayor brevedad posible".

En Comisiones Obreras comparten la opinión. El secretario de la unión comarcal del Caudal, Emilio Prieto, señaló que "tenemos que poner todos de nuestra parte para que esta zona no se convierta en un territorio fantasma". "La creación de alternativas pasa también por facilitar el asentamiento de empresas desde un primer momento", añadió.

La clausurada nave de Urueña no es la única instalación clausurada en la comarca. Los responsables sindicales llaman la atención sobre la planta de Diasa Pharma, también en el área industrial de La Cuadriella y sin actividad desde 2010. En Lena, los líderes sindicales recuerdan que la nave de la clausurada empresa Friovivo está cerrada a cal y canto desde hace más de una década. Las instalaciones son propiedad del Principado y una entidad bancaria.