Buen tiempo, gente en la calle, y música y títeres por doquier. Así es la primera semana de agosto en Candás, que en pocos días se ha convertido en foco de atención con dos apuestas culturales bien diferentes pero que están gozando de un gran éxito por igual: la primera Semana del Jazz y el Festival Internacional de Títeres, que va por su tercera edición, ambos patrocinados por LA NUEVA ESPAÑA.

«Estamos encantados y muy orgullosos de cómo está saliendo todo», reconocía ayer el músico y director artístico de la Semana de Jazz, Alejandro Lafuente, artífice del éxito cultural del verano carreñense junto a la coordinadora, María Cueva, y al protagonista del primer concierto de jazz en la calle de la historia de Candás y director pedagógico de las jornadas, Xaime Arias.

«El jazz es una música con muchos seguidores, pero incluso mucha gente del pueblo nos está felicitando por haber introducido este elemento en la vida cultural de la villa», señala Lafuente. No deja de sorprender la cantidad de público que se agolpa para disfrutar de las actuaciones en la calle, y no es solo gente de Candás. «Mucha gente me pregunta cómo se llega a la plaza en Valdés Pumarino, gente de fuera, que no quiere perdérselo», añade el director artístico de la Semana.

Más aún, el jazz ha traído gente para toda la semana a Candás desde muchos puntos geográficos del país. «A los cursos ha venido gente de Palencia, de León y de Galicia, y en los tiempos que corren hacer este desplazamiento para asistir a un curso de jazz es un logro», manifiesta Lafuente.

Y es que, precisamente, en combinar talleres y música en la calle ha radicado el éxito de la propuesta. «Llevábamos tiempo con la idea de hacerlo, pero teníamos claro que debía ser un evento cultural de una duración suficiente para generar un ambiente que perdurase en la villa», explica el músico. La celebración en paralelo del festival de títeres también ha favorecido el resultado. «Hay gente que va al teatro y luego se queda a ver el concierto».

Y ahí, en el teatro Prendes, está la otra gran sorpresa del verano, que ha atraído a gente de toda la geografía asturiana, que se queda hasta el final para pedir autógrafos y hacerse fotos con los titiriteros, de primer nivel mundial. El festival ha duplicado su nivel de asistencia en solo un año. Y lo que falta por llegar.

El artista británico de origen peruano José Navarro -en la foto- ofreció ayer una sesión de títeres en el Teatro Prendes de Candás que no dejó indiferente al público por su peculiar estilo, que incluye técnicas propias del mimo. Hoy será el turno de los mexicanos de la Universidad de Sinaloa «Guiñoleros», con el espectáculo «La carpa de los colores», a las ocho y media de la tarde, de nuevo en el Prendes.