Los tribunales han tumbado la nueva ordenanza reguladora de la tala de árboles en el concejo de Carreño al considerar que se encuentra fuera de la legalidad. El municipio pretendía cobrar 50 céntimos por cada metro cúbico de madera cortado y transportado.
El fallo se centra especialmente en la falta de razón del Ayuntamiento a la hora de desestimar las alegaciones formuladas por la Asociación Asturiana de Empresarios Forestales de la Madera (Asmadera). La causa que motivó la reclamación por parte del sector fue la "discriminación con la que los ayuntamientos aplican las tasas que, en el caso de Carreño, no solo las duplica, sino que se aplica un excesivo gravamen". Para Asmadera, esta medida fiscal representaba un importante perjuicio económico no solo para los empresarios, sino también para los propietarios de los montes.
La ordenanza de la tasa por expedición de licencia para la tala de arbolado y transporte de madera por caminos rurales fue aprobada el pasado año. Según se recoge en la normativa, la tala de montes no se realiza como un autoconsumo y origina importantes desperfectos en la red de caminos rurales del concejo. Por esta razón se estableció una carga máxima de cinco toneladas para los vehículos de transporte y para el realizado por los vecinos.
La cuota tributaria que fija el Ayuntamiento es de 0,50 euros por metro cúbico de madera que se corta y arrastra, y del mismo importe por el transporte.
El objetivo del Ayuntamiento con el cobro por la tala, "a petición vecinal", según el gobierno, es regular la tala de árboles y su transporte en el concejo. "Hay que tener en cuenta que la actividad forestal de la zona es netamente comercial, no es para autoconsumo, y que ha venido generando grandes desperfectos en los viales públicos del concejo", argumentó Amelia Fernández, portavoz del gobierno carreñense.
