Quizás fueran las tres décadas a cargo de grandes cantidades de dinero como empleado de Prosegur lo que haya hecho de José Manuel Suárez, como el dice, un "obsesionado con la responsabilidad". Este llanerense afincado en Lugones desde hace más de tres décadas tuvo claro en 2013, cuando cogió las riendas del colectivo local de pensionistas, que su paso adelante tendría como principal consecuencia la pérdida de mucho tiempo para dedicar a su familia y otras aficiones. Un reto que asumió y que día tras día asegura tratar de cumplir con la máxima eficiencia posible.
Su aterrizaje en la asociación llegó en un momento delicado. La crisis económica mermó de manera contundente las ayudas municipales y regionales y ese hachazo a los ingresos de la asociación hubo de corregirse a base de trabajo y búsqueda de financiación alternativa. "Soy consciente de que el tiempo nos llevará a la autofinanciación y trabajamos para que esta sea viable si llega", explica un Suárez que a la vez señala que las ayudas públicas actuales apenas alcanza a un tercio de las existentes hace seis años cuando e prejubiló y se hizo socio del colectivo.
Pese a todo, los niveles de actividad del hogar del pensionista están en su máximo histórico. Con 1.300 personas asociadas, los locales acogen diariamente numerosos talleres de informática o gerontogimnasia, entre otros, así como actividades muy concurridas como pueden ser la lotería casera o el baile que durante todos los viernes del año reúne a una media 200 personas, venidas a veces de localidades vecinas como El Berrón o la Pola.
Una oferta de ocio muy completa para unos socios que aportan al año una cuota de diez euros y este año tuvieron una completa oferta compuesta por once excursiones, cuatro viajes de larga duración y tres celebraciones multitudinarias.
