Los pequeños músicos de la colonia musical de Carreño dieron ayer el estirón. Y lo hicieron por la puerta grande, con un gran concierto en la antigua fábrica de Ortiz de Candás, en la que interpretaron piezas de todo tipo, desde éxitos pop actuales hasta bandas sonoras, pasando por composiciones para banda. La gran destreza de los jóvenes intérpretes y lo animoso del repertorio dejaron boquiabierto al abundante público que se congregó en el corazón de la villa marinera para disfrutar de la música.
Con esta actuación, los aprendices de músicos, con edades comprendidas entre los 8 y los 18 años, dijeron adiós a su estancia en Candás. Atrás queda una semana de ensayos, clases diversión y, por supuesto, mucho aprendizaje. Mejoraron sus habilidades corporales, sus capacidades creativas, su técnica instrumental y, como así demostraron en el recital de ayer, por supuesto, su habilidad interpretativa y de conjunto.
El concierto en la antigua fábrica no supuso un punto final a la decima séptima edición de las colonias musicales en Carreño, sino un punto seguido. Y es que la veraniega orquesta viajará mañana a la localidad cántabra de Laredo para ofrecer dos recitales más. Serán hoy y mañana en la plaza del Ayuntamiento laredano.
Tras estos dos conciertos, los jóvenes intérpretes sí dirán adiós a la colonia musical carreñense. Se despedirán de las muchas amistades que a buen seguro han forjado en estos diez días de convivencia a través de la música. Eso sí, el año que viene lo tendrán fácil para reencontrarse. Bastará con que se sumen a la XVII colonia musical.
